El artista argentino llega por primera vez a Ceuta con su gira nacional ‘El Hombre Nada’
Todo aquel que conoce a
Andy Chango o, incluso, ha tenido la suerte de disfrutar con anterioridad de alguno de sus espectáculos, corre el riesgo de pensar que esta noche se desatará un concierto en el que disfrutar de algunas de las canciones que le hicieron célebre como ‘Las fantásticas aventuras del capitán Angustia’. Sin embargo, se verá la ‘cara’ con una nueva faceta que el argentino no había explotado hasta ahora pero, como le suele ocurrir, ya suma éxitos y grandes críticas. Se trata de un monólogo, un género en el que reconoce “se siente muy cómodo”, a pesar de los primeros nervios y en el que hace algo que se le da muy bien: “Hablar”. Después de meses de gira por su país natal, Chango ha regresado a España para recorrer la geografía nacional con ‘El Hombre Nada’, un título que, confiesa, le define a la perfección. “No me siento parte de nada, no me gusta encasillarme en un molde”, reconoce al poco de descolgar el teléfono y, todavía, con una voz algo adormilada. Esta siendo una semana intensa para el artista argentino que no para de hacer bolos. Ayer en Algeciras y esta noche llenará a partir de las 23.00 horas ‘La Sala’. Su primera visita por tierras caballas de la que admite “tiene muchas ganas”. El polifacético artista comienza a despertarse, quizá porque, confiesa, “me hiciste preguntas muy complicadas, pero gracias, me ayudó a despertar”, y a coger velocidad en la conversación, ese ritmo tan innato de los argentinos y que obliga a prestar atención a cada sílaba que pronuncia, porque desperdicio, no tiene ninguno.
–Es su primera experiencia en el mundo de los monólogos. ¿Cómo han ido las primeras funciones? – Es nueva, pero no de la semana pasada. Comencé en mayo con funciones en Argentina, lo que ocurrió es que cuando decidí seguir en España me comentaron que hiciese algunos cambios para adaptarla al humor español y, así, potenciarla más. Pero después de pasar los primeros bolos, en los que sí estuve bastante nervioso, llego a Ceuta más relajado y con ganas de pasarlo bien.
–¿Cómo es esa diferencia de humor entre españoles y argentinos? –Hay un humor que es básico y universal y llega a todos, pero más allá de eso existen diferencias en el carácter de cada pueblo. En Argentina me celebran cualquier cosa que digo, me conocieron por esa faceta en la televisión. En cuanto al humor entre ambos, los españoles son más francos, más directos y claros cuando tienen que decir algo. En cambio en Argentina hay más cinismo, somos más perturbados cuando hacemos humor. Aunque tampoco hago un humor ‘marca argentina’, intenté buscar mi sello, dejar mi propia personalidad porque estoy cansado de este mundo actual en el que todo es una enorme repetición.
–¿Por qué decidió explotar esta faceta? –Fue algo que surgió de forma natural. Me encanta hablar. Cuando me arranco en una conversación no hay quien me pare, así que creo que mis amigos deben estar agradecidos, ya no les doy la ‘chapa’ a ellos, ahora me subo a un escenario y se la doy a los que vienen a verme y, encima, me pagan por ello.
–¿Cómo describiría a ‘El Hombre Nada’? –Es un espectáculo difícil de definir ya que combina mis diferentes facetas. Trato temas que me angustian y lo convierto todo en bromas, es una forma de utilizar el humor como elemento liberador. La gente se ríe mucho, así que creo que funciona.
–¿Se ha cansado ya de cantar? –No, nunca, de hecho en unos meses me reuniré con unos amigos y volveré a subirme a los escenarios.
– A pesar de ser un tema que siempre sale a la palestra. Su primer disco estuvo inspirado en las drogas y las letras fueron bastante polémicas en su país. ¿Volvería a hacerlo? –Por supuesto, estoy orgulloso de todo lo que hice. Era una provocación buena porque hablaba sobre un tema que era tabú y existía mucha hipocresía por parte del Estado. Lo que pasa que de eso hace ya unos 20 años, me he ido relajando, es un proceso natural, ahora busco la tranquilidad, estar con mi hija, caminar y disfrutar de la naturaleza.
–¿Han dejado las drogas de ser un tabú? –Ha cambiado la juventud, pero no sé si para mejor, porque ahora todos los chicos jóvenes salen los fines de semana y se ponen ‘ciegos’, por lo que creo que el tema está igual o peor. Creo que la población ha experimentado un cambio que no ha ido acorde con la evolución legislativa y gubernamental. En Andalucía, por ejemplo, la mitad de la población consume porros. En España se consumen drogas y, cada vez hay más, lo cual pone en evidencia que la lucha contra el narcotráfico ha fracasado. Todo esto lo digo sin hacer apología de nada, pero existe un desequilibrio entre la cultura popular y las leyes que deben adaptarse a la misma.
–¿Se arrepiente de algo de lo que hizo? –No, no tiene sentido. Es cierto que a veces te preguntas por qué hice esto, pero es muy fácil decirlo cuando ya ha pasado, el arrepentimiento no sirve de nada. Es mejor aprender de los errores porque, al fin y al cabo, son los que también construyen nuestra experiencia en la vida. Y, aquellos que no lo hacen, pobrecillos imbéciles.
–Su trayectoria profesional ha sido una constante reinvención que pocos consiguen. –Soy una persona inquieta que está en continua experimentación con todo aquello que me llama la atención. Cuando observé que ahora no era el momento de hacer rock me lancé a los monólogos. También preparo mi segundo libro y tengo ganas de sacar un nuevo disco. Al fin y al cabo, no me siento parte de nada. No me siento argentino y tampoco español, es una contradicción, de lo único que me siento parte de algo es cuando estoy con mi familia.