La plaza de África ha acogido esta noche un arriado de bandera protagonizado por el Tercio Duque de Alba II de la Legión de Ceuta. Un acto en el que se ha rendido homenaje a los que dieron su vida por España y que ha sido presidido por el comandante general, Marcos Llago Navarro.
Ha formado una Unidad de Honores del Tercio al mando del capitán Domínguez compuesta por Escuadra de Gastadores y Banda de Guerra del 2º Tercio, la unidad de Música del Batallón de Cuartel General de la Comandancia General y la unidad de Honores de la primera compañía de la Bandera Cristo de Lepanto IV de la Legión.
Junto al arriado ha tenido lugar el toque de oración, un gesto marcado por la historia y que sirve para recordar a quienes ya no están entre nosotros.
Fue en el año 1503 cuando tuvo lugar la batalla de Ceriñola, en la que se enfrentaron las tropas españolas y francesas. En ella hubo más de 4.000 muertos en la parte francesa y 100 en la española.
Una vez finalizada la batalla, el comandante de las fuerzas españolas, Gonzalo Fernández de Córdoba, ‘el Gran Capitán’, al observar el campo lleno de cadáveres franceses, ordenó que ese día y en lo sucesivo, a la puesta de sol, se dieran tres toques de atención prolongados para que todos rezaran por los muertos caídos en la batalla.
De ahí procede el origen de este acto. A lo largo del siglo XVI y principios del XVII se extendió esta costumbre a todas las unidades españolas, siendo desde entonces que, en todas las instalaciones militares, el toque de oración se interpreta diariamente, después de haber arriado.
Se busca homenajear a los soldados que han dado su vida por España. Los legionarios han entonado el Novio de la Muerte.
El general Fernando Rocha y Castilla, 2º jefe de la Comgeceu, y la fotógrafa Lucrecia Díaz, acompañados por el coronel jefe del 2º Tercio han depositado la corona de laurel en recuerdo a los caídos.
La Unidad de Música y la Banda de Cornetas y Tambores del 2º Tercio interpretaron el toque de oración en honor a todos los caídos por España procediéndose al desfile ante la autoridad que presidía el acto.