No suele ser muy normal que un acusado, recién abandonada la sala judicial tras recibir la buena noticia de que su condena había quedado suspendida, se vea de nuevo esposado.
Pues esto es lo que le pasó ayer al marroquí A.Z. Su libertad duró no más de 9 segundos, los que tardó en salir del interior de la Sección VI de la Audiencia Provincial y toparse con varios agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que, de paisano, esperaban en el pasillo el momento para proceder a su arresto. En esa ráfaga de tiempo, A.Z. pasó de librarse de un tiempo entre rejas, al aplicársele el beneficio de la condicional tras aceptar su implicación en un delito de inmigración ilegal, a verse en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil ya que la Benemérita sospecha que está relacionado con otro pase de inmigrantes cometido recientemente. La historia de esta detención, cuando menos rocambolesca, empezaba a gestarse a primera hora de la mañana en los pasillos de la Audiencia. Dos marroquíes dedicados al porteo de mercancías, llamados M.A. y A.Z., esperaban el momento de sentarse ante el tribunal de la Sección VI para reconocer su implicación en un delito de inmigración ilegal, toda vez que en octubre de 2014 pasaron por la frontera del Tarajal a un inmigrante. En los pasillos había un inusual número de agentes de la Judicial que, de paisano, se entremezclaban con las personas que tenían que declarar como testigos o acusados en el resto de vistas judiciales señaladas. Los dos acusados entraron en Sala, reconocieron los hechos y asumieron una condena de 2 años de prisión. Una pena rebajada respecto a la que inicialmente solicitaba el Ministerio Fiscal, toda vez que se consideró que no hubo peligro para la vida del inmigrante (fue detectado en los asientos traseros del vehículo después de haberse pasado a este lugar desde el maletero) ni ánimo de lucro. El tribunal acordó suspender esa pena de 2 años al carecer, ambos, de antecedentes y, dado su profesión de porteadores, no aplicó la orden de prohibición de entrada en Ceuta como sí hace con otros acusados por este tipo de delito dada la especificidad de sus labores. Eso sí, les apercibió de que en el plazo de 3 años (y no dos) no podían volver a delinquir. La sentencia in voce fue dad a conocer por el tribunal y aceptada por los dos marroquíes quienes confiaban, al salir de la Sala, poder regresar a Marruecos. Fuera en los pasillos, agentes de PJ esperaban su salida para proceder a la detención inmediata de uno de ellos, toda vez que tienen sospechas fundadas de que estaría vinculado con un pase de inmigrantes llevado a cabo después de los hechos juzgados, motivo por el cual no constaban antecedentes en su historial. La sorpresa del hombre fue mayúscula cuando se procedió a su arresto y posterior traslado, ya detenido, al cuartelillo de Hadú en donde anoche permanecía bajo disposición de la Benemérita. Tal y como ha podido saber este medio, la Policía Judicial sospecha que es la misma persona que estuvo implicada en la entrada de subsaharianos en un vehículo que luego fue abandonado, huyendo del lugar. La investigación en torno a este asunto sigue en marcha hasta la confirmación de más detalles.
Primero de los servicios del grupo especializado
La entrada de inmigrantes ocultos en vehículos por la frontera del Tarajal forzó a que la Guardia Civil montara un grupo específico de agentes para trabajar en ese espacio fronterizo para abortar el mayor número de entradas. Los resultados logrados por los componentes del grupo fueron positivos, ya que se consiguió localizar a varios subsaharianos ocultos en dobles fondos así como detener a sus pasadores, meros enlaces de las pequeñas redes que están detrás de este negocio. Precisamente en el juicio de ayer se sentaban en el banquillo los detenidos en el primer servicio de este grupo.