Durante el periodo hábil para la caza menor, que va de octubre a febrero, la Orden de Veda que anualmente publica la Ciudad Autónoma contempla que solamente “cuando las circunstancias lo justifiquen y no habiendo otra solución satisfactoria”, la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad puede autorizar la realización de batidas controladas de perros errantes “en terrenos sometidos a régimen de caza controlada y en terrenos forestales”.
Para que sea posible se prescribe informe previo, si así se estima conveniente, del Consejo de Caza de Ceuta y de los servicios correspondientes de Sanidad Animal y Medio Ambiente, según corresponda, en relación con “los daños que puedan originar estos animales a la población cinegética o sobre la fauna silvestre, sobre el peligro que puedan representar para la salud pública y seguridad de las personas o sobre la posibilidad de transmisión de enfermedades a los animales domésticos”.
Durante el verano de 2012 se autorizó la colocación de lazos propulsados tipo ‘collarum’ en espacios naturales del Monte Hacho y García Aldave y “en puntos fuera de la vista de transeúntes” para la captura selectiva de perros asilvestrados después de que se registrasen hasta “ataques a personas”. Su uso se encargó a personal de la Asociación de Cazadores.