“En caso de que se vuelva a repetir esta situación, aunque vigilaremos para que no sea así, la sanción será la máxima que permita la ordenanza municipal, entre 600 y 1.600 euros”. Así anunciaba el portavoz del Ejecutivo local, Jacob Hachuel, la postura de la Ciudad de no permitir que hechos como el ocurrido hace unos días cuando una persona lavó su coche en el interior del cementerio de Santa Catalina, vuelvan a sucederse. Una sanción que, en este caso concreto, no podrá aplicarse debido a que ni la Policía Local ni el Área de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Ciudad han podido identificar la matrícula del vehículo ni a la persona que llevaba a cabo esta acción. No obstante Hachuel ha insistido en que la vigilancia en el camposanto será más exhaustiva y ha justificado a los trabajadores encargados de esta tarea que el domingo no se percataron de los hechos, en cuanto ese día se estaba celebrando una carrera de cross en las inmediaciones. “Yo estuve allí y no observé absolutamente nada, pero eso no significa que esto sea habitual”. “Este tipo de cosas son inevitables en un primer momento, pero ahora el personal de cementerio estará muy atento. Nadie puede pensar que un coche se vaya a lavar en un cementerio. Bueno, pues en Ceuta ocurren esas cosas”, ha señalado Hachuel, para quien sí está clara una cuestión: “el cementerio no se va a convertir en un lavacoches”.