Y es que la idea que se maneja entre los políticos y los técnicos que están adscritos al Urbanismo en nuestra ciudad son la concreción de una serie de fases que deberán ir cumpliéndose escrupulosamente. Así, por ejemplo, nos encontramos con que el primer objetivo es que se ponga punto y final a todas las obras de infraestructuras del perímetro del Príncipe que ya comenzaron hace cuatro años y que continuarán a lo largo de la próxima legislatura, de manera que se inviertan los veintiseis millones de euros que faltan aún dentro del mencionado Plan de Ordenación.
Una vez cumplida la primera fase luego será necesario ir entrando dentro del entramado urbano, a partir de la división en varias zonas de toda la barriada. Esos proyectos concretos se concretan en la construcción de viales, infraestructuras y equipamiento urbano. Será una operación que se repetirá en cada una de esas parcelas en las que se dividirá al Príncipe Alfonso. Por el lugar donde se vaya a trazar los viales como es lógico, no quedará más remedio que reubicar a las familias que vivan en esos lugares. De ahí, el gran interés que tiene la Ciudad Autónoma para que la Administración General del Estado continúe con la edificación de VPO en la bolsa de suelo con la que cuenta en Loma Colmenar. El resto de las viviendas que no se vean afectadas por la reubicación, siempre que no están en dominio público o en zonas verdes, no habrá ningún problema para su regularización.
De esa manera, en un plazo que tampoco será muy corto, se podrá ir acabando con una situación que se ha vivido durante decenios en la barriada del Príncipe Alfonso, por dejadez de muchas administraciones y donde el actual equipo de gobierno ha sido el primero que ha mostrado un interés por una reforma integral.
Se calcula que el plazo que será necesario para una actuación de estas características, dependiendo también de la disponibilidad de fondos en unos momentos de crisis económica, está en unos ocho o diez años como mínimo, según los especialistas.
En 2005 lo que se aprobó fue una voluntad política
Cuando el pleno de la Asamblea aprobó en el año 2005 una moción donde se solicitaba la regularización de las viviendas de la barriada Príncipe Alfonso fue, desde luego, una voluntad política que mostraron todos los partidos políticos representados dentro del arco parlamentario, pero nunca la justificación para poder comenzar a la realización de una política de esas características. Porque lo primero que faltaba en esos momentos era la norma, en este caso la reforma del Plan General de Ordenación Urbana, que comenzó a estudiarse nada más iniciarse la pasada legislatura y que ahora mismo está listo para su aprobación inicial, lo cual se realizará en los primeros meses después de las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo.