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El personal del centro de salud del Tarajal, apoyado por los usuarios, se concentró ayer porque, como el colegio ‘Príncipe Felipe’, se quedaron aislados por las colas
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Una ambulancia pidió que la Policía Local le abriese paso para atender a un menor
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El bloqueo del centro de salud impide atender los avisos domiciliarios y que los usuarios lleguen a la consulta a su hora.
Si el panorama en la frontera prometía mejorar… La triste realidad fue ayer bien contraria. Ceuta estuvo colapsada desde todos los puntos posibles. La frontera, impracticable. El lado marroquí estuvo repleto de vehículos con intenciones de entrar en la ciudad autónoma y, en el español, las autoridades tuvieron que pedir mayor presencia policial.
Monumental fue el atasco que ayer se sufrió durante todo el día el nudo de la carretera nacional con el centro de salud del Tarajal, el colegio Príncipe Felipe, los polígonos del Tarajal y el Hospital Universitario. Por la tarde, las colas de vehículos fueron de tal longitud que ya se internaban dentro de la barriada del Príncipe Felipe.
Las distintas vías que llevan a la frontera estuvieron igual o peor que el propio paso fronterizo. Colas, colas y más colas. La circulación resultó imposible, de hecho, los vehículos apagaron el motor y muchos conductores, soñolientos porque llevaban 48 horas esperando para entrar en Marruecos o por el ayuno de Ramadan, se apearon de los turismos para dormitar en arcenes y zonas ajardinadas.
Ni tan siquiera se pudo llegar al centro de salud del Tarajal con lo que muchos usuarios incumplieron el horario de sus citas. Equipos sanitarios atados de pies y manos para atender los avisos domiciliarios; y alumnos con sus padres pasando entre los coches a la salida del colegio fueron algunas de las consecuencias de una situación insostenible. Esa fue la gota que colmó el vaso de la prudencia del personal de este ambulatorio, que a mediodía se concentró a las puertas de sus puestos de trabajo después de dos años soportando un bloqueo que alcanzó esta semana su punto álgido. Los usuarios se solidarizaron con la plantilla ya que el problema es compartido.
Pacientes mayores, así como padres con bebés en carritos, se quedaron bloqueados en la puerta del centro de salud a la espera de que sus familiares les pudiesen recoger con el coche y, a su vez, tampoco podían llegar a la consulta a su hora. Los avisos domiciliarios tampoco pudieron realizarse porque los profesionales no podían salir del ambulatorio al estar bloqueado. Asimismo, por las tardes, se generan cuatro hileras de coches en sentido descendente que impiden a los trabajadores que puedan volver a casa en sus propios coches y tienen que regresar por la noche a recogerlos
Unos metros hacia la frontera se encuentra otra víctima del desorden que padece este punto: el colegio Príncipe Felipe, que ayer se vio cercado por decenas de vehículos. Los propios padres fueron quienes advirtieron de una posibilidad que se produciría un poco más tarde: “¿Qué ocurrirá si un alumno necesita la asistencia de una ambulancia y no puede llegar hasta el colegio por el atasco?”, se preguntaron. La prueba estuvo en que el vehículo de emergencias recibió el aviso de que un niño de nueve años requería de asistencia en el entorno de Príncipe Felipe. Los accesos al centro, cerrados porque los coches ocupaban toda la calzada,impedían el avance de la ambulancia, de modo que solicitaron presencia de la Policía Local para abrirle paso hasta el lugar donde se encontraba el paciente.
Parecía que la situación fronteriza, insostenible, no podía empeorar. Pero la realidad ha superado cualquier pronóstico. Las retenciones en la red viaria comenzaron más temprano y alcanzaron antes la barriada de Miramar y a Juan XXIII. El Príncipe Alfonso se convirtió en la única ruta alternativa para un tráfico que, más que ralentizado, no se movió en toda la mañana. Y los vecinos convertidos en víctimas de esta situación insostenible que se prolonga desde hace meses.
Concentraciones diarias a las 13.15 hasta que vean “visos de solución” a esta situación
La plantilla del centro de salud volverá a movilizarse cada mañana a las 13:15 hasta que vean “visos de solución a esta situación”. Sus portavoces indicaron que tienen obligación de ofrecer una asistencia pero que tiene que ser en unas condiciones dignas. Criticaron que se multe al usuario por parar el coche en la puerta y no a los porteadores.
Altercado fruto de la tensión por las retenciones
A la altura del hostal de la Almadraba, cinco individuos agredieron al conductor de un coche, según relataron los testigos, por la crispación que generan las largas esperas en las colas a la frontera. La presunta víctima aseguró que, pese a solicitar presencia policial, los agentes hicieron caso omiso. El conductor dijo que se dirigiría al Hospital por un parte para denunciar.
Coches patera: “Marruecos y España se culpan y nosotros afectados”
Los conductores de los ‘coches-patera’, a los que todos acusan de estas retenciones, también se declararon afectados porque tiene su paso a Marruecos vetado. “Vienen con una cantidad de dinero porque están parados –en Marruecos– y, a la vez que invierten aquí, ellos se benefician un poco. La Guardia Civil y la Aduana marroquí se culpan mutuamente sin razón y, al final, ellos –los conductores– son los perjudicados”, tradujo un ceutí el testimonio de uno de los pilotos de estos vehículos.
Motores parados: Hasta 48 horas a la espera de una salida
Con los motores apagados en mitad de la carretera, los porteadores sobre ruedas aguardaron el “cambio de turno” porque si hubiesen cruzado por la mañana “les hubiesen saqueado” los productos que cargaban en sus coches. Hubo esperas de 48 horas.
La frontera estuvo impracticable y hubo un refuerzo policial en el lado español
La frontera estuvo impracticable durante todo el día. La falta de fluidez en los carriles que atraviesan el paso fronterizo fue la constante de la jornada. El lado marroquí estuvo repleto de vehículos que pretendían acceder a Ceuta. El lado español, ante la afluencia de personas, resolvió la solicitud de refuerzo policial en la zona como medida disuasoria y preventiva en caso de que la situación se fuese de las manos. La llegada de furgones y agentes fue visible mientras los porteadores cargaban sus bultos de mercancías por el ‘Tarajal II’.
Los niños atrapados en el autobús
Los padres del colegio ‘Príncipe Felipe’ recordaron que esta semana sus hijos se quedaron atrapados en las colas cuando regresaban en autocar de una actividad extraescolar. “Hay veces que han tenido que llevarle agua a los niños porque estaban muertos de sed”, narró indignado un progenitor. Por su parte, vecinos de la barriada, como Laarbi Mohamed, lamentó que se trata de un “sinvivir, un problema que se va agudizando y lo más triste es que hay una parte de desidia y de vivir al margen de estos problemas”.
“Vamos a tener que usar helicópteros”
Un padre ironizó con que harán falta helicópteros para que ambulancias o bomberos puedan atender cualquier emergencia y se preguntó si hará falta que los progenitores se organicen para “tomar las medidas porque el Gobierno no hace nada”.
“Tienen que dejar un carril libre”
Una madre echó en falta presencia de agentes de la Policía Local o la Guardia Civil a la hora de la salida del colegio ‘Príncipe Felipe’. Las autoridades, exigió esta vecina, “tienen que garantizar un carril libre para que transiten los autobuses y otros servicios”.
LAMENTABLE, parece que no existe nadie, donde estan las autoridades, es inaudito, que ocurra esto en unA REGION ESPANOLA? Y nadie le ponga remedio, donde esta la convivencia con Marruecos, todo es mentira, es que estan haciendo que explote elpolvorin.los p
oliticos, esperando que lleguen las vacaciones, donde esta la Comunidad europea, y el delegado y Rajoy perdidos.