El profesor y sociólogo Carlos Rontomé ofrece esta tarde una conferencia en el Campus sobre las causas y consecuencias de la pobreza en Ceuta y Melilla, a iniciativa de la red EAPN
El profesor y sociólogo Carlos Rontomé será el ponente esta tarde en el Campus para la conferencia titulada “Causas y consecuencias de la Pobreza en Ceuta y Melilla” que comenzará a las 18:00 horas en el salón de grados de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta. Una actividad enmarcada dentro de la Semana de la Pobreza organizada por EAPN ESPAÑA y con motivo el 17 de Octubre Día Internacional por la erradicación de la Pobreza. Su intervención también tuvo su réplica el pasado mes de agosto en Melilla, a donde Rontomé se desplazó. En esta entrevista el sociólogo ofrece las claves para entender la pobreza en ambas ciudades y qué dirección deben seguir para mejorar en el futuro, en la medida de lo posible.
–¿Cuáles son las claves para entender la pobreza en Ceuta? –Uno de los problemas es nuestro tejido empresarial que no es suficiente para dar empleo, en el sentido que tenemos una población muy joven que tiene que acceder a un mercado de trabajo en una ciudad con un tejido empresarial muy limitado. Eso son los dos factores. Esas dos circunstancias son las principales explicaciones de la pobreza en Ceuta, el desempleo y la población tan joven.
–¿Cuáles son las diferencias entre la pobreza existente en Ceuta y la de Melilla? –Aunque tienen cuestiones muy parecidas, como el desempleo que es muy alto y la población es parecida, en Melilla la población joven es incluso superior a la de Ceuta. Además, la pobreza en Melilla no es tan severa, es decir, la desigualdad no es tan acusada en Melilla tanto como en Ceuta, por ejemplo. La pobreza severa, es la más grave, y es superior en nuestra ciudad, ello quiere decir que aunque en ambas ciudades hay desigualdad, en Melilla no es tan grande como en Ceuta. Otra cuestión diferenciada es el patrón geográfico, es decir, la ciudad de Melilla no tiene esa segregación residencial tan acusada como en Ceuta. En nuestra ciudad los barrios están muy marcados, además geográficamente, y en Melilla hay una cierta continuidad entre un barrio y otro, si bien hay barrios con una carga de pobreza más importante. En Melilla tiene la mayor tasa de personas mayores que viven solas que Ceuta no tiene. Hay una serie de cuestiones diferenciadas no solamente en cuestión de pobreza sino también en condiciones y calidad de vida.
–¿Las ayudas estatales para atajar la pobreza en Ceuta y Melilla tienen el mismo impacto? –A nivel político es cierto que intentan formar pareja y acercarse al Gobierno haciendo fuerza como una sola. Lo que pasa es que nosotros nos basamos en estudios que hemos realizado nosotros, pero si acudes a los datos del INE las diferencias no son tantas. Por ejemplo, en el caso de Melilla, el INE ha dado subidas y bajadas muy acusadas en los últimos años, pasando de un 30% de pobreza y al año siguiente en un 10%. No sé exactamente con qué acudirán para ir a Madrid, lo que sí es cierto es que son dos realidades distintas.
Cualquiera que haya vivido en las dos ciudades puede comprobar que las relaciones entre los ciudadanos y entre barrios no son iguales en Ceuta que en Melilla. Por ejemplo en Melilla hay una mayor feminización de la pobreza, mujeres que viven solas con hijos a su cargo y que están bajo el umbral de la pobreza. Son dos perfiles distintos aunque pensamos que son dos ciudades iguales. Aún así las realidades de ambas ciudades es bastante dura.
–¿En qué sentido hay que trabajar para revertir la situación de la pobreza en Ceuta? –Es muy difícil. La verdad es que en Ceuta hemos visto que el incremento de la población inmigrante también ha aumentado el nivel de pobreza. La verdad es que medidas es muy difícil porque las posibilidades son pocas. Yo creo que primero hay que dar a los jóvenes una formación suficiente para salir del círculo de la precariedad social porque es muy difícil cambiar los patrones de empleo y los patrones empresariales de la ciudad. Por mucho que queramos construir e introducir en la ciudad es muy complicado. Por eso creo que a los jóvenes hay que formarles para competir en el mercado laboral y, en su caso, fuera de la ciudad. No quiero que se vaya nadie, pero cierto es que el fracaso escolar pone de relieve que el sistema educativo no ofrece las herramientas suficientes. Entonces es la pescadilla que se muerde la cola y pienso que la situación va a ir empeorando más.
–¿Ante un panorama tan pesimista hay luz al final del túnel? –No es pesimismo es realismo. Yo no vislumbro la luz. La ciudad va a seguir en esta situación mucho tiempo, dependiendo del Estado, una población dependiendo de las prestaciones porque el sistema de las prestaciones funciona y eso mantiene un poco la paz social porque, de lo contrario, sería ingobernable. También el elemento de la frontera es un elemento amortiguador porque ofrece una serie de posibilidades económicas a las familias con baja renta y ese quizá sea el colchón. Pero lo que es solucionar el problema del paro y la pobreza es muy difícil. Ceuta siempre ha tenido el mismo nivel de paro, muy elevado, es muy difícil darle salida a este problema. Se mantendrá mientras haya voluntad política.