“Unos se lavan las manos porque dicen que esto es militar y que es Defensa la que tiene que mallar la zona. El tema es que lo hemos denunciado ya no sabemos ni cuántas veces pero no hacen caso. El día que una de estas piedras caiga sobre un chiquillo, lo mata”, lamenta una vecina del barrio, señalando el escenario con el que ayer amanecían los residentes.
Bomberos hizo lo que pudo, pero ya les advirtió a los vecinos de que su misión termina en el control de la zona. La limpieza compete a otras instancias.
San Amaro era, sin duda, una de las zonas donde más peligro se concentró en una jornada que dejó la caída de 28,1 litros por metro cuadrado en tan sólo seis horas. Las más complicadas fueron las ubicadas en la franja de madrugada, en la que se concentró más caída de lluvia.
Las carreteras nacionales soportaron bien la jornada, presentando básicamente lo de siempre: caída de piedras de los montes, ramas de árboles... pero no hubo que lamentar accidentes de relevancia como sí ocurriera el pasado año con la pérdida de parte del pavimento en algunas zonas como la vía de García Aldave o la propia carretera perimetral de la frontera.
Sí que se produjeron algunas inundaciones en viviendas en las que se habían realizado obras ilegales. Esto sucedió, por ejemplo, en un edificio ubicado en la avenida de África, en donde la caída de agua fue constante debido a las filtraciones producidas por actuaciones urbanísticas fuera de la normativa.
Los vecinos de Loma Colmenar, en donde también se registraron varias incidencias, protestaron al vincularlas con la falta de mantenimiento de las arquetas. Según concretaron no se ha efectuado una labor de limpieza adecuada lo que se tradujo en la imposibilidad de canalizar el agua que caía. Al final buena parte de las viviendas más bajas lo padecieron.
Y los inmigrantes de las chabolas, en primera línea
Los inmigrantes subsaharianos que han optado de motu propio vivir en las chabolas ubicadas en el entorno del CETI vivieron ayer su primera jornada complicada motivada por las lluvias. Los asentamientos, realizados con plásticos y maderas, no soportaron la caída de tanta agua así que varios de los residentes voluntarios optaron por marchar al campamento. Otros, en cambio, optaron por quedarse en ese conglomerado de viviendas alternativas que han constituido, dando forma a un CETI alternativo en el que prima la ausencia de normas y el libertinaje con escenas de auténtica esclavitud entre las mujeres y los menores que se entremezclan con la población adulta. Toda la zona boscosa fue controlada por patrullas militares que ya esta misma semana procedían a la retirada de algunos de los asentamientos. Así proseguirán en los próximos días ante la llegada del invierno.
La franja horaria crítica, entre la 1 y las 2 de la madrugada
C.E. / Ceuta
Las primeras lluvias fuertes caídas en la ciudad dejaron, entre las doce de la noche del viernes al sábado y las seis de la mañana de ayer 28 litros por metro cuadrado. Según los datos pormenorizados y publicados por la AEMET, la franja considerada crítica fue la comprendida entre la una y las dos de la madrugada, cuando se registró la caída de 15,8 litros por metro cuadrado. Después, aunque las condiciones se aventuraban adversas, la jornada se desarrolló con más claros que lluvias.
Los servicios de Protección Civil permanecieron en alerta toda la jornada, canalizándose a través del 112 las continuas llamadas que se cursaron relacionados en su amplia mayoría con pequeñas inundaciones en viviendas.
Volvieron a ponerse de manifiesto los mismos puntos negros de todos los años, con especial incidencia en barriadas del Príncipe, Loma Colmenar, Almadraba o Puente Quemadero, amén de San Amaro, Benítez o la carretera del Hacho.
En la frontera, según fuentes de la Guardia Civil, no se registraron desprendimientos de tierra pero sí saltaron en demasía las alarmas del millonario perímetro fronterizo, sensible en exceso a los fenómenos meteorológicos.
La fuerza del viento no afectó al tráfico marítimo ya que tampoco hubo rachas de viento destacadas. ¿Y los accidentes? Controlados, al menos en relación a otros años. No hubo que lamentar incidencias graves salvo un choque, ya de noche, a la altura de la calle Independencia de un vehículo contra una farola que obligó a la intervención de Policía Local y Guardia Civil. Un derrape, un despiste y al final, un susto.
Apuntes de la jornada
En viviendas, varias salidas durante el día
Bomberos tuvo trabajo ayer, especialmente atendiendo llamadas de viviendas que habían registrado inundaciones. Así ocurrió en Juan Carlos I, con entradas de agua por culpa de las alcantarillas atoradas, o en Loma Colmenar y Puente Quemadero, en donde se produjeron los casos más graves.
En las naves
Como suele ocurrir ya de forma habitual, se registraron entradas de agua en las naves del Polígono del Tarajal.
Los aparcamientos, sobre todo en el Polígono
Los aparcamientos son víctimas directas de las lluvias. Y ayer no iba a ser menos. El aparcamiento municipal del Polígono fue sin duda uno de los más afectados al registrarse mayor cantidad de entrada de agua. Los bomberos acudieron para ayudar a recuperar la normalidad en este punto de la ciudad.
Las arquetas
Las lluvias han pillado el trabajo a medio hacer y hubo barriadas en las que las arquetas no se habían limpiado correctamente.
Protección Civil sigue manteniendo la alerta
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior avisa por riesgo de lluvias y tormentas también para hoy en diversas zonas del país, especialmente en Andalucía, Murcia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Ceuta, de acuerdo a las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Así, las precipitaciones en estas zonas podrán alcanzar hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora, al tiempo que advierte también de que se prevén vientos en tierra en diversas zonas del país, sobre todo en Andalucía, Galicia y la cordillera Cantábrica, donde podrán alcanzar los 90 kilómetros por hora, y de vientos costeros en Galicia. El Estrecho queda al margen. Por ello, ante lluvias intensas y persistentes, Protección Civil aconseja disminuir la velocidad al conducir, extremar las precauciones y no detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua. En viajes, aconseja circular principalmente por carreteras principales y autopistas.
En el caso de que empiece a llover torrencialmente, recomienda pensar que existe riesgo de inundación, por lo que no se debe atravesar con el vehículo ni a pie los tramos inundados, porque desconoce lo que puede haber debajo del agua y localice los puntos más altos de la zona y no intentar salvar el automóvil en una inundación.
Protección Civil y Emergencias aconseja a los ciudadanos que se encuentren en el campo que se alejen de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando atravesar vados inundados. Igualmente, dirigirse a los puntos más altos de la zona. En todo caso, insta a mantenerse informado en todo momento de la posible evolución de los cambios meteorológicos.
Además, subraya que el peligro de las tormentas se produce principalmente en cambio abierto, aunque en los núcleos urbanos también pueden caer rayos. Por eso, es conveniente colocarse cerca de los edificios para protegerse de ellos y, en las viviendas, evitar las corrientes de aire. Si va conduciendo, un vehículo cerrado puede ser un buen refugio.