Los recientes procesos selectivos para cubrir 25 plazas en el Cuerpo de Bomberos y la Policía Local han confirmado a Ceuta como una ‘rara avis’ por el mantenimiento en esas oposiciones de pruebas de conocimiento de desarrollo. Los aspirantes a entrar en el SEIS dispusieron de cuatro horas para extenderse sobre tres temas elegidos al azar, uno de cada uno de los grupos establecidos en las bases, y los candidatos a agentes tuvieron media hora más para hacer lo mismo. Entre grandes precauciones para evitar trampas, sobre todo a través de nuevas tecnologías (con el uso de arcos metálicos y otros sistemas de control, así como con la prohibición de uso de relojes con conexión a Internet, etcétera) en forma de auriculares se desarrollaron los exámenes teóricos, que han dejado en algunos la impresión de que la ciudad debería “actualizarse” y saltar al modelo de test que se aplica en otras Administraciones, aunque no existe consenso al respecto. Para entrar en el Cuerpo de la Policía Nacional, por ejemplo, la prueba de conocimiento consiste en contestar por escrito en cincuenta minutos a un cuestionario de cien preguntas con un enunciado y tres alternativas de respuestas de las que sólo una es verdadera sobre las materias de ciencias jurídicas, sociales y técnico-científicas, relacionadas con la función policial, que conforman el temario que se establezca en la convocatoria. Los errores penalizan y cada una de las cien preguntas tiene un valor de un punto. El Tribunal considera aptos a los opositores que obtienen al menos 50 puntos. “En el resto del país se han ido imponiendo los modelos de test o, mejor dicho, mixtos, pero en una ocasión se probó aquí para la Policía Local y acabó todo el Tribunal en Comisaría”, ironiza una fuente sindical que considera que al final “para gustos, colores”. Otro sindicalista con experiencia pone de relieve el “alto nivel” de los opositores que han concurrido y superado los últimos procesos. “La subjetividad que introduce la valoración del ejercicio de desarrollo con temarios abiertos puede dar pie a suspicacias pero de otra forma también se limitaría la capacidad de los mejores candidatos para hacer el mejor examen posible más allá de estudiar y repetir una serie de conocimientos preestablecidos para todos”, añade. Hay quien cree que el sistema actual de Ceuta “es limpio y seguro porque quien no se sabe los temas y los desarrolla se va para casa mientras que hay quienes abogan por los test con la esperanza de hacerse con la plantilla”. Los recelos, no obstante, también abarcan al modelo de desarrollo si no se garantiza la imposibilidad de hacer trampa, algo que en cualquier caso los más veteranos ven más probable con cuestionarios tipo test.