Terminó el Mercado Medieval y las fotos del día después, que en mi caso he conocido gracias a las instantáneas colgadas en Facebook por Fernando Villada, dejan buena muestra del desastre. Basura, abandono, residuos de todo tipo... en un Bien de Interés Cultural, en nuestro símbolo, en nuestro BIEN con mayúsculas, el que debemos proteger a toda costa. Ya hace años hubo quejas por la elección del lugar para el desarrollo de este acto, pero no debieron ser lo suficientemente relevantes para que los que tienen mando en plaza cambiaran de opinión. ¿Ahora lo harán?, ¿es lógico que sigamos cediendo a esta barbaridad?, ¿que por disponer de un espacio para un Mercado nuestras Murallas amanezcan el día después de esta manera?
La indignación que muchos tenemos tras ver esas imágenes debe llegar a las instancias más altas hasta el punto de plantearse la colocación, el año próximo, del Mercado en esta zona. Y aquí no caben reproches, ni lamentos porque estamos jugando con nuestras Murallas y su obligada protección. Es indignante y es un insulto a los que, desde el ámbito patrimonial, han luchado y peleado por proteger nuestras Murallas, por mantenerlas hasta conseguir que sean nuestro orgullo para, después, dar pie a esta situación.
Si el año próximo hay que plantearse cambiar de ubicación el Mercado habrá que hacerlo. Las imágenes difundidas ya son un aval suficiente. Si la falta de civismo y respeto llega a esos límites habrá que trasladarlo a otra zona de la ciudad con tal de salvaguardar y proteger este bien.
No sé si la Ciudad dará ese paso. No sé si estará dispuesta a adoptar el blindaje necesario. Debe hacerlo porque se trata de proteger algo que no es nuestro, es de toda una sociedad, es lo que dejaremos a las próximas generaciones. Ya tenemos experiencia de abandono de nuestro patrimonio pero en este caso, de no adoptarse una medida urgente, nos habremos coronado.