Lo cierto es que las colonias y perfumes densos, de fragancias de fuerte personalidad, están compartiendo espacio con aquellas que aportan la frescura propia de la ropa recién recogida. Tendencia en Estados Unidos desde hace siglos de belleza, comienzan a influir en nuestra forma de perfumarnos.
Infusion d'Iris, de Prada.-
Su nombre está inspirado en el antiguo y venerado proceso de infusión mediante el que, a lo largo de seis meses, se extraían las suaves y frescas notas de las raíces de la planta de iris. Prada ha reinterpretado este proceso utilizando tecnología de vanguardia recreando así "el aroma fresco de las sábanas de lino ajadas y de la piel desnuda".
Fantasía Aire, de Loewe.-
Es la versión más cítrica del clásico de Aire de Loewe . Si le gustan los olores frescos, muy cerca de la colonia de bebé, pero con un 'twist', pruebe esta reinterpretación.
Eau de Givenchy.-
La reedición del clásico de 1980 pero está vez con un giro. Se inspira en Clos Fiorentina, una casa de campo en medio de la naturaleza, el oasis de Hubert de Givenchy donde se mezclaba el frescor del Mediterráneo con el aroma de los mandarinos y el perfume delicado de las flores de azahar. Bergamota, limón, naranja y mandarina se alternan y se mezclan para ofrecer un inicio cítrico. Luego, la almendra amarga, la flor de azahar junto al petitgrain y neroli.
Essence de Narciso Rodríguez.-
El perfumista Alberto Morillas fue capaz de captar el limpio más sexy en esta fragrancia que contiene iris, rosa, benjuí y almizcle.