“Las caras de las mujeres”

A partir de mañana tendremos en nuestra ciudad una nueva muestra de la Feria de la mujer ceutí. Servirá de escaparate a algunas empresas encabezadas por mujeres que, luchando contra viento y marea, consiguen mantenerse en el mercado y ofrecer sus productos y servicios. Emprender un negocio no es tarea fácil. Exige una dedicación prácticamente completa si se pretende obtener rendimientos. Supone echar muchas horas de trabajo, sacrificar algunos fines de semana e incluso algunas noches. Y, hoy por hoy, la dificultad aumenta cuando la que emprende es mujer. Aumenta, porque en el 2010 aún no es posible, o es  muy difícil, eso de conciliar. Desde la reciente incorporación de la mujer al mercado laboral, eso que llaman conciencia y a veces ciertos remordimientos basados en las costumbres patriarcales heredadas después de varios siglos, motivaron que todas aquellas que se iban incorporando a la vida laboral lo hicieran compaginándolo con el resto de obligaciones que ya tenían asumidas: con sus familias, con sus casas, con sus hijos e hijas, con cualquier persona dependiente a su cargo, etcétera. Ello ha ocasionado que las espaldas de las mujeres estén, en muchos casos, extremadamente sobrecargadas. A pesar de ello, y por el tesón que caracteriza a las mujeres, muchas han podido seguir tirando del carro, por muy pesada que fuera la carga.
Las caras de las mujeres ceutíes son distintas y variadas y esta feria no debería olvidarse de algunos detalles. Por ejemplo, de que las mujeres seguimos siendo las protagonistas y la cara del paro, especialmente en nuestra ciudad, donde un altísimo porcentaje de las personas que no tienen trabajo, son mujeres que lo están buscando. Tampoco hay que olvidarse de las que siguen siendo relegadas a un segundo o tercer plano, porque la igualdad sigue sin existir en los altos órganos de decisión de muchísimas entidades, tanto privadas, como públicas, y muchos siguen viendo a las mujeres como una amenaza. Y, especialmente, no hay que olvidarse de todas las mujeres que siguen sufriendo algún tipo de maltrato, sea físico o psíquico, por el simple hecho de ser mujeres. De estas últimas, no me sirve que los representantes del gobierno local y del central, dediquen unas palabritas el 25 de noviembre y se pongan un lazo morado en la solapa.
Ciñéndome a esta feria de la mujer ceutí, y teniendo en cuenta que su finalidad debe ser promocionar e incentivar a las emprendedoras ceutíes, juega un papel fundamental la pauta política que se marca. Sin embargo, en Ceuta, el gobierno del PP no ha sido capaz de hacer nada para ayudar a las mujeres que quieren poner en marcha sus negocios. Únicamente podrían mencionarse las subvenciones que se pueden obtener a través de PROCESA que es la encargada de gestionar las ayudas provenientes de fondos europeos. De hecho, en esta materia, han sido varias las veces que desde UDCE, y desde hace años, se ha solicitado al ejecutivo local la instauración en nuestra ciudad de medidas como la ayuda a empresarias para ser sustituidas durante la baja por maternidad o adopción para poder contratar a otra mujer que las sustituya y aún estamos a la espera de la respuesta del consejero de economía. Debe ser que todo el dinero se está yendo por otros derroteros o que no se da suficiente importancia ni se valora lo necesitadas que estamos las mujeres del apoyo institucional real más allá de que el Presidente nos deleite con su sonrisa y su apretón de manos.
La consejera del área de mujer, debería ponerse las pilas o ponérselas a quien corresponda en esta materia y no conformarse con que le pasen unas sillas que ni siquiera tiene aún donde poner, entre otras cosas, porque las mujeres preferimos estar de pie y trabajando que sentaditas esperando ser agraciadas con la realización de un curso de costura.
No obstante, de una o de otra manera, confío profundamente (no queda otra) en que la sociedad cambie y se logren repartir y distribuir mejor todas las responsabilidades. Ello, será fruto de la educación que se de a los que hoy son pequeños pero que en un futuro serán hombres y mujeres, pero también, de las medidas políticas que se adopten para tal fin y que hasta la fecha, brillan por su ausencia.