Las aulas de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de la ciudad autónoma no acogen a ninguno de los más de 8.600 estudiantes con altas capacidades intelectuales que el Ministerio de Educación tiene registrados en todo el país, según la estadística que sobre este colectivo acaba de publicar. En Melilla solamente hay uno.
Divididos por sexos, más de 5.800 de esos estudiantes son chicos. La mayoría (más de 4.400) se concentran en las clases de Primaria, seguidas por las de ESO (casi 3.200) y Bachillerato (856).
En los centros públicos siguen sus estudios un total de 5.794 y en colegios o institutos privados lo hacen el resto (3.808).
La Ley Orgánica de Educación (LOE) que el Gobierno central piensa derogar cuando entre en vigor la LOMCE establece que corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que todos los alumnos “que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria”, ya sea “por presentar necesidades educativas especiales”, “por dificultades específicas de aprendizaje”, “por haberse incorporado tarde al sistema educativo”, “por condiciones personales o de historia escolar” o “por sus altas capacidades intelectuales” puedan alcanzar “el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.
La Administración es la responsable de “adoptar las medidas necesarias para identificar” a este tipo de estudiantes y de “valorar de forma temprana sus necesidades”, así como de introducir “planes de actuación adecuados a dichas necesidades”.