Las asistentes a educación maternal se decantan por dar el pecho a sus bebés

Ingesa aconseja la lactancia “siempre y cuando sea posible” aunque la decisión es de la madre. El revuelo en el seno de la Asociación Española de Pediatría por la publicación de un anuncio de una marca específica de leche artificial en la revista de esta entidad, devuelve a la palestra el debate sobre los beneficios de la lactancia materna en contraposición a las fórmulas lácteas. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, recomienda dar el pecho al bebé “siempre y cuando sea posible” para la progenitora, señaló Mª Nieves Rodríguez Adalid, supervisora de partos del Hospital Universitario de Ceuta, aunque la última decisión es de ella.
Según su experiencia, las mujeres que acuden a las sesiones de educación maternal –clases en las que se prepara a las futuras mamás para el embarazo, el parto y el posparto– en Atención Primaria, es decir, en el centro de salud, optan por amamantar a sus hijos en vez de darles el biberón, estimó Rodríguez. Una formación sobre la que las embarazadas pueden solicitar información a su médico y que está disponible en el Área Sanitaria del Ingesa.
Este “alimento vivo”, como lo calificó la responsable de partos en el clínico civil ya que cambia su composición durante la lactancia, reduce el riesgo de muerte súbita en el niño o niña y fortalece las defensas del pequeño de modo que acudirá menos al pediatra, destacó entre otros beneficios a corto plazo. Entre las ventajas en el futuro por dar el pecho al bebé, añadió la trabajadora del Hospital Universitario, está que previene de distintos tipos de cánceres en la edad adulta; la arteriosclerosis; las patologías cardiovasculares e incluso la obesidad, detalló.
Sin embargo, también es favorable para la madre puesto que se recupera antes del embarazo y también disminuye la probabilidad de sufrir determinados tumores, puntualizó Rodríguez. “Además del vínculo tan especial que se crea entre ambos”, subrayó la trabajadora sanitaria.
En cuanto a la casuística detrás de la decisión de amamantar al bebé o decantarse por el biberón, la responsable de partos consideró que la progenitora requiere del apoyo de la familia y la pareja porque se trata de un proceso que requiere de tranquilidad y relajación que, pasado un periodo corto de tiempo, resulta más cómodo que preparar las denominadas fórmulas lácteas.
Como responsable de partos del Hospital Universitario en la ciudad autónoma, sostuvo que el mejor momento para la primera toma es en el piel con piel, es decir, el contacto entre la madre y el neonato inmediatamente después del nacimiento.