Categorías: Sucesos y Seguridad

Las agresiones a ceutíes se saldan sin detenciones

A pesar de existir al menos cuatro casos de agresiones (son los que han sido denunciados) contra ceutíes en las cercanías de Castillejos, a la altura del Hotel Ibis, la Policía marroquí no ha procedido a la detención de ninguno de los presuntos implicados. Tres de ellos han sido identificados por alguna de las víctimas que incluso conocen sus nombres y apellidos, pero hasta la fecha no se ha procedido a la práctica de detención alguna. Ni parece que la misma se vaya a llevar a cabo, ya que, según una de las últimas víctimas, los agresores frecuentan la frontera marroquí sin temor alguno e incluso, uno de los presuntos agresores entra y sale a Ceuta por la frontera del Tarajal sin que se le detenga para interrogarle sobre lo sucedido.
Este es el resultado policial de una ristra de agresiones producidas todas ellas contra jóvenes de Ceuta y que presumiblemente han sido realizadas por las mismas personas. A la luz pública han salido algunos casos, en los que los protagonistas han querido dar a conocer lo sucedido porque, consideran, es la única forma de que los ceutíes sepan lo que está pasando más allá de la frontera.
Todos ellos tienen un denominador común: que colaboraron en la identificación de los presuntos autores y que se han quedado con las ganas de verlos detenidos.
Con la rabia en su rostro, Naima, la madre de los jóvenes Youness y Rabeh, brutalmente agredidos el pasado 23 de julio, lamenta que no se haya producido avance alguno. Como cualquier madre exige que se haga justicia con sus hijos. Uno de ellos, el que se llevó la paliza más brutal, no sabe si podrá mover los dedos de su mano izquierda. “Los médicos no me dicen nada de cómo quedará”, aclara el joven. De momento los tiene inmovilizados sin la garantía de que podrá, tras una complicada recuperación, utilizarlos.
Tras permanecer varios días ingresados en el Hospital Universitario, Youness y Rabeh pusieron denuncia en Marruecos. Dieron cuenta de todo lo sucedido, acompañando con fotografías las lesiones sufridas por cortes de catanas. Conocen que las fuerzas de seguridad saben incluso los nombres de los presuntos implicados, pero, de momento, no existe detención alguna. “No han hecho nada”, lamenta la madre, que pide al Gobierno que haga algo por terminar con este tipo de agresiones a los ceutíes.
Tampoco sabe nada de su caso el vigilante de seguridad que fue golpeado en el rostro cuando le asaltaron, en la carretera de Castillejos. Se ha quedado con la agresión y con el susto, en Marruecos no han detenido a nadie. También interpuso denuncia y también supo que se había identificado a uno de los presuntos asaltantes.
En la cronología de asaltos violentos conocidos queda otro caso más, el de un joven que sufrió un corte desde la sien hasta a nariz al que intentaron robar la moto que conducía, cuando regresaba a Ceuta tras pasar un día de playa. También interpuso denuncia y tampoco ha tenido conocimiento de que se haya practicado arresto alguno.
Las víctimas creen que ha habido más casos. En los barrios en que residen se escuchan historias. Sobre todo en el Príncipe, en donde se habla de más víctimas que no han querido denunciar ni tampoco sacar sus casos a la luz. Mohamed, el padre de otro joven, narró a este periódico que su hijo pudo escaparse sin recibir agresión alguna. También le querían quitar su motocicleta. Es lo que suponen porque “se le echaron encima”, indicó a este medio.
Las agresiones con catana han cesado desde que se hicieran público pero siguen sucediéndose atentados como el lanzamiento de piedras desde el mismo punto. “En nuestro caso la denuncia la interpusimos a los pocos días y no han hecho nada”, lamentan los familiares de Youness y Rabeh.
La indignación de estas familias es aún mayor al ser testigos de las denuncias que está efectuando Marruecos de supuestas agresiones de las fuerzas de seguridad españolas contra subsaharianos y marroquíes, publicando, a través de la agencia MAP fotografías y comunicados. Sus historias cuentan las agresiones que han sufrido en territorio marroquí pero dan un paso más allá ya que han aportado datos para conseguir identificar a los asaltantes. A pesar de ello “no han hecho nada ni han detenido a nadie”, señalan.
La Jefatura Superior de Policía contactó con las víctimas para interesarse por lo ocurrido y cursar información a Marruecos para abrir la oportuna investigación, tal y como confirmó la administración central a este medio. Ahí se han quedado las gestiones de la Policía española al tratarse de episodios ocurridos en otro país. La falta de acción ha provocado que las víctimas de lo ocurrido se queden con sus lesiones, con sus denuncias y con el saber que sus agresores siguen sin castigo. “Les ven continuamente en la frontera sin que nadie les interrogue”, señalan los familiares que exigen justicia.

 

De agresores a farsantes:

ESTAS semanas nos hemos desayunado con una auténtica campaña contra las fuerzas de seguridad españolas organizada, de manera inteligente, por Marruecos. Primero fue con historias falsas sucedidas en el paso melillense y ahora con similares episodios acontecidos en la frontera marítima de Ceuta. Son historias de farsantes con las que Marruecos fuerza al Gobierno español a que se posicione y a que condene lo que, dicen, sucede. Ahora vamos a darle la vuelta a la tortilla y veamos las imágenes que hemos estado publicando de ceutíes, o sea españoles, que han sido agredidos aquí al lado, en Castillejos. No ha sido un caso, qué va, han sido más de media docena, y eso sin contar los que nunca conoceremos porque sus protagonistas no quieren salir a la luz. Aquí se habla de agresiones, y además hay denuncias y personas identificadas con nombres y apellidos. Pero Marruecos utiliza otro lenguaje, en estas historias de agresiones no quiere entrar ni tampoco quiere investigar, por eso no actúa ni detiene a quienes, con catanas, han golpeado a ceutíes. Que el lector no se olvide de esos hermanos que fueron apalizados el pasado 23 de julio. Que no lo haga porque podemos caer en el error de pensar que eran lesiones ya superadas o que eran historias de enfrentamientos entre unos y otros. Ni mucho menos. El más pequeño de los hermanos, estudiante, no sabe si podrá recuperar la movilidad de dos de sus dedos. Ambos presentan todavía las cicatrices de unos cortes producidos por la cara. Y estos no son unos farsantes.

Historias para olvidar:

Las lesiones sufridas por los hermanos Youness y Rabeh no se olvidan fácilmente. De hecho al pequeño de los hermanos le han quedado los dedos prácticamente inutilizados. Los médicos no le auguran recuperación alguna.

1Así quedó la mano. Con estos dos dedos colgando llegó el pequeño de los hermanos al hospital. Los médicos no confían en que pueda moverlos.
2Corte directo al brazo. Con este brazo se intentó defender de los cortes producidos con una catana. Así quedó con una herida abierta.
3Ensangrentado. Cuando cruzó por la frontera del Tarajal el pequeño de los hermanos llevaba los dos dedos de la mano izquierda colgando.
4Sin detenciones. Tras ser asaltados en Castillejos y llegar a Ceuta heridos, los dos hermanos no han sufrido atención alguna por parte de la Policía del vecino país.

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