La historia de nunca acabar. Con la campaña de cursos de actividades para la próxima temporada en el Instituto Ceutí de Deportes abierta, las largas esperas en sus oficinas, en las instalaciones del ‘Complejo Deportivo Guillermo Molina’, resultan agotadoras.
Según usuarios consultados por ‘El Faro’, la espera se puede alargar hasta las dos horas y media, con un sistema arcaico de tomar número conforme se va llegando. El de toda la vida.
Además, llegar temprano no asegura mucho, ya que a pesar de estar con casi media hora de antelación, las largas colas se acumulan bien temprano, y el proceso es, además lento.