La Unión Europea hace unos días aceptaba la propuesta de expulsar a los refugiados, sin embargo, parece que ese tema ha pasado a un segundo plano. Ahora, todos mostramos nuestras condolencias a nuestros vecinos belgas.
Hablo de personas que huyen desesperadamente del terror y la infamia, pero lo único que reciben es rechazo y desprecio. Personas que huyen exactamente de lo mismo que ha sucedido en Bélgica, Francia o Ankara. Pero yo no me olvido de Palestina, Gaza o Beirut - entre otros.
¿Da pena, no? Pues, lamentablemente aún hay quienes lloran la pérdida de víctimas europeas y ni se inmutan ante tales calamidades.
Llamémoslo prominencia en periodismo e hipocresía en la vida real, para que nos entendamos.
Desde ‘hashtags’ como #JeSuisParis, al #JeSuisPalestine, ah no, aún no. O del #PrayForBelgium al #PrayForYemen, ah, tampoco. “Pequeños” detalles que son simplemente el reflejo de una carencia de honestidad y compromiso con el ser humano.
Y ya que hablamos de ‘hashtags’, ¿Qué tal si mencionamos el que fue ‘trending topic’ el 22 de marzo? Bruselas, Bélgica o #NoAlTerrorismo colapsaban las redes, pero había uno que llamaba la atención, y no por su atractivo, ni muchísimo menos.
#StopIslam, como consecuencia del atentado en la capital belga, llegó a ocupar el puesto número uno en diversas fases del día, es decir, millones de españoles se dedicaban a fomentar la islamofobia y el odio en contra de una religión que nada tiene que ver con tales atrocidades.
En definitiva, recemos, no sólo por Bélgica o por Francia, recemos por una sociedad mejor, donde fluya la paz y la misericordia. Pero para ello, es necesario saber distinguir conceptos, y ante todo, seguir aprendiendo, de todo, y de todos.
(*) Estudiante de Periodismo