Para el llamado M.E.K., los robos se han convertido en su modo de vida. Su historial en Ceuta demuestra que es incompatible con la reinserción porque siempre que sale de probar lo que es la estancia en una celda, repite acción delictiva. A este ciudadano le constan 74 detenciones previas y ha llegado a usar hasta 15 identidades falsas ante la Policía, descubiertas todas ellas gracias a la sagacidad de la Científica. Esta misma semana, después de que en septiembre abandonara la prisión de Mendizábal, M.E.K. volvía a ser arrestado por la Policía por un robo con fuerza en la Comandancia Naval. Ahora, tras ser puesto ayer a disposición de la magistrada del Juzgado de Instrucción número 6, se ha ordenado que regrese a la cárcel de manera preventiva a la espera de juicio.
A sus 44 años ha cometido decenas de hurtos, de robos y quebrantamientos de condena. Es un conocido en el ámbito judicial y policial que no termina de vivir de otra forma que sea ajena a la comisión de delitos de toda índole aunque siempre circunscritos a similar tipología.
El último delito que le ha llevado a regresar a prisión fue cometido el 29 de septiembre, cuando el responsable de la Comandancia Naval de Ceuta procedía a incorporarse a su puesto de trabajo y se percató que una de las puertas de acceso a dicho lugar se encontraba parcialmente abierta, observando cómo un individuo salía del lugar a toda prisa.
La Policía Nacional junto al responsable procedieron a realizar una inspección ocular de los hechos comprobando que el citado individuo había sustraído una televisión de 32 pulgadas y que tenía diversos material preparado para trasladarlo a otro lugar
Tras personarse el responsable de la Comandancia en la Jefatura Superior de Policía para presentar una denuncia de los hechos ocurridos, grupos de investigación UDEV (Delincuencia Especializada y Violenta) comenzaron una serie de actuaciones coordinadas, dirigidas a establecer la identidad y a la posterior detención del responsable junto a la Brigada de Seguridad Ciudadana. Las gestiones realizadas permitieron la localización del autor de los hechos y su posterior detención, imputándole un delito de robo con fuerza.
Si de cada 4 o cinco veces que puede delinquir " le pillan una vez" , es fácil calcular las tropelías que ha cometido, porque no va a resultar tan desastrozo que le cojan siempre que hace una faena.