La yihad femenina, practicada desde Ceuta

La publicación, esta semana, de la marcha de una joven residente en el Príncipe a Siria rompió los esquemas de lo que, hasta ahora, formaba parte del pensamiento común en torno a la participación de ceutíes en este conflicto.

Socialmente la noticia causó sorpresa, pero a los que no pilló in fraganti fue a las fuerzas de seguridad que nunca han dejado de trabajar en las múltiples investigaciones que tienen abiertas en torno a este asunto. Para sus servicios de Información, la incorporación de la mujer a la denominada yihad femenina, mucho más radical incluso que la de los varones, es un hecho que no termina en este caso. Según informaciones consultadas por El Faro, se sospecha de la marcha de hasta tres mujeres de Ceuta a Siria, constatándose dichos casos con denuncias oficiales, la última interpuesta hace escasamente una semana.
Las miras no apuntan única y exclusivamente a la barriada del Príncipe. En Los Rosales opera otro grupo, con peso importante entre la juventud, cuyo corte radical es más que evidente. “Contra el pensamiento no se puede actuar. Cada uno es libre de expresar ideas en reuniones que al resto nos harían temblar, pero eso no es delito”, apuntan fuentes policiales de toda solvencia consultadas por este medio.
Ese pensamiento cobra fuerza si quien lo recibe integra uno de los colectivos más fácilmente manipulables, y en ese grupo se encuentra la juventud. Hasta la fecha se tiene constancia de la muerte de casi una decena de ceutíes en Siria. Sus perfiles eran, mayoritariamente, de jóvenes fácilmente manipulables. Pero no todos, alguno de los fallecidos que ha dejado incluso testamento vital de su acción, disponía de una situación económica holgada, la misma que ha dejado a sus familiares directos.
Las redes sociales y el intercambio de información entre combatientes que están en Siria y jóvenes que se encuentran en Ceuta constituyen uno de los focos de mayor interés en las investigaciones policiales. Se sabe de la existencia de foros en los que se han colgado fotos y videos con instrucciones sobre cómo actuar y marchar; espacios cibernéticos en los que aparecen muchos de los jóvenes marroquíes que han partido de Castillejos, Tetuán y Tánger y, al menos en alguna fotografía, se capta el rostro de uno de los ceutíes que sigue actuando en Siria y del que no se ha tenido constancia de su fallecimiento. Todos ellos se convierten en héroes para sus receptores: adolescentes y jóvenes, hombres pero también, según los casos reconocidos, mujeres.
Los servicios de Inteligencia ya han advertido de la participación de familias al completo que han marchado a Siria para practicar la yihad. Esto no significa que todos sus miembros vayan a tener una parte activa, pero sí que la unidad familiar permanece unida en la zona de conflicto lo que da mayor fortaleza psicológica a los participantes. ¿Queda lejos de Ceuta esto? No tanto, dos de los casos de mujeres que han partido de la ciudad hasta Siria lo habrían hecho secundando a sus parejas.
Desde que en junio de 2013 la Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta impuesta por la Audiencia Nacional para evitar los fallos de la Operación Duna, actuaran en el corazón del Príncipe llevándose a ocho presuntos terroristas detenidos, las investigaciones no han cesado. Después de aquello se practicó la novena detención en la barriada y, poco después, la del presunto cabecilla, el apodado ‘Stifo’ en Bélgica, en donde tiene aún que responder de asuntos pendientes con la justicia de ese país antes de hacerlo con los que se le imputan en España.
Las operaciones continúan abiertas al igual que los seguimientos, ya que los hechos demuestran que los canales de captación siguen operativos así como las marchas a Siria de españoles cuyos trayectos son gestionados a través de Castillejos, la vecina localidad marroquí convertida en peculiar ‘agencia de viajes’ para las posturas más radicales.
Los contactos entre Ceuta y Marruecos son constantes. Se sabe de la participación, la pasada Semana Santa, de uno de los grupos más radicales asentados en la ciudad en un acto convocado por un grupo cercano a Al Qaeda con ponentes que han estado en los conflictos de Siria, Irak o la temida Mali, cuna del integrismo más radical en África. Es evidente que su participación está lejana de cualquier instrucción espiritual, más si cabe cuando los participantes mantienen contactos con afines en distintos puntos del norte marroquí, la propia Ceuta o Algeciras, presuntamente para la captación de jóvenes.

La clave de las investigaciones, dar con el testamento vital

En todas las operaciones que hasta ahora han llevado a cabo las fuerzas de seguridad resulta clave el hallazgo del testamento vital, la clave para confirmar la participación de las personas investigadas en actuaciones que han terminado con muertes. Las familias de quienes han fallecido en Siria reciben una llamada para confirmar este dato, sin que dispongan de más pruebas salvo los contactos que se hayan podido conocer durante las investigaciones y ese testimonio vital que recoja el tono de la participación de los señalados. En el caso de las investigaciones abiertas y las que están ya judicializadas, ha resultado clave el hallazgo e intervención de material informático.