Ocurrencia equivocada la que tuvieron en la tarde de ayer siete argelinos del CETI que se introdujeron en un autobús de la Policía Nacional para intentar llegar a la península de manera clandestina. Se metieron en la boca del lobo, eligiendo como vía de pase el mismo vehículo que el CNP emplea para traer a Ceuta los inmigrantes marroquíes que se detienen en la península para llevarlos directamente a Marruecos.
La pintoresca historia se producía en pleno puerto en la tarde de ayer, cuando los agentes que tenían que regresar a la península con el autobús ya vacío lo dejaron estacionado, momento que aprovecharon hasta siete argelinos del CETI para, creyendo haber elegido el lugar idóneo, ocultarse.
La actuación, tan repetida en el puerto las 24 horas del día, fue vista por los agentes de la Policía Nacional adscritos a la UPR que realizan servicios, de manera aleatoria, en el puerto. Uno, dos y así hasta el séptimo argelino... todos fueron sacados del vehículo policial impidiendo de esta manera el embarque clandestino. El grupo, que presentaba tarjeta de residente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, fue reconocido y trasladado a la Jefatura Superior para, después, quedar en libertad. Es el pan nuestro de cada día. Acción que llevan a cabo todas las fuerzas de seguridad y que se convierte en un círculo sin sentido. Los inmigrantes pasean noche y día por el puerto con el único objetivo de pasar al otro lado de cualquier manera, y la presión que ejercen sobre todo tipo de vehículos es brutal.
El CETI, que no es un centro de internamiento, permite salir a los inmigrantes las veces que estos quieran; opción que emplean los argelinos para buscar la escapada de cualquier manera. Más de 250 lo han conseguido en este año, según datos policiales publicados por El Faro. Escapadas que, a la vista de lo sucedido ayer, carecen de las luces necesarias para elegir el vehículo que emplean para lograr su objetivo. Esta vez toparon con la poli, la burla no les salió bien.