La verdad de una negociación

Cuando a finales de octubre se conoce que la Ciudad Autónoma deberá defender en el pleno del Congreso de los Diputados la primera iniciativa legislativa de su historia: el incremento de las bonificaciones hasta el cincuenta por ciento y su extensión a todos los sectores del tejido productivo, los teléfonos comienzan a repiquetear durante varios días. Los primeros contactos entre PP y PSOE en el Congreso apuntan a que los socialistas, para ser consecuentes con el voto que realizaron cuando unos meses antes cuando Melilla presentó su iniciativa, votarían en contra. La primera consecuencia: varapalo para el PSOE ceutí. En Ceuta apoyan una posición y en Madrid, otra bien distinta.
En esos días las conversaciones entre Vivas, Zarrías y Carracao se multiplican. El Gobierno está dispuesto a echar una mano, pero siempre que la Administración General del Estado se comprometa a sacar adelante ese proyecto y se avance en la consecución de esta objetivo. Lo cierto es que Carracao tampoco tenía muchas salidas y también pide a sus compañeros de Madrid que se mojen a su favor.
De ahí, nace, alrededor del veinte de octubre, la comparecencia conjunta entre Juan Vivas y José Antonio Carracao, anunciando que se solicitará la suspensión de la tramitación de la iniciativa legislativa, ante el compromiso del Gobierno central a dar un paso hacia adelante. Ese mismo día se reúne la junta de portavoces y se aprueba la tramitación de esa suspensión con los votos favorables de PP y PSOE.
¡Vaya favor que Vivas le acababa de hacer a Carracao! Si en vez de pensar en el interés general, el Gobierno de Ceuta hubiera pensando en el interés partidista, habría acudido a la defensa en el Congreso de la iniciativa, aún a sabiendas que no saldría adelante y todos los palos para el PSOE. Pero no fue así, se pensó en el interés general y al menos se obtenía un paso más en la consecución de las bonificaciones.
El once de noviembre se desplaza a Ceuta el secretario de Estado de Política Territorial. Se reúne con Vivas y se sientan las bases de esa negociación: sería una propuesta que sirviera para que las bonificaciones tuvieran un sustento legal permanente y no tener que prorrogarlas cada dos años; se produciría el incremento hasta el 50%, pero en un período gradual (tres años); no se extendería a todo el tejido productivo, sino que se introducirían algunas excepciones y que la tramitación parlamentaria finalizaría antes de disolverse las Cortes y que entraría en vigor en marzo de 2012..
A partir de esa fecha, la Ciudad Autónoma cuenta con un plazo de 15 días para enviar su propuesta al Ministerio de Política Territorial. En esos días, Carracao también se entrevista en la sede de Ferraz con el mismo Zarrías y con el secretario general de la Seguridad Social, Octavio Granados. Se aprovecha la visita del vicepresidente Chaves el día 26 de noviembre para confirmar que el Estado acepta la propuesta ceutí y señala que, a partir de ese momento, el resto de la tramitación se realizaría entre los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados. Todo parecía ir sobre ruedas y el mismo Vivas llegó a preguntarle a Zarrías si el compromiso era formal, porque él, estaba empeñando su palabra.
Por parte del PP se nombra como negociador al diputado por Ceuta, Francisco Márquez y por parte del PSOE a la diputada por Cádiz y encargada de los asuntos de nuestra ciudad por parte socialista, Mamen Sánchez. Para no ser exhaustivo no vamos a dar cuenta de todas las ocasiones que a partir del uno de diciembre y hasta el 31 de enero Márquez intenta obtener alguna respuesta por parte de Sánchez. Cuando la idea del PP era que esta propuesta fuera una de las primeras en entrar dentro del nuevo período de sesiones, nada más que encuentra un muro enfrente.
Mientras se producían estas gestiones en Madrid, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas, se reúne en Málaga con el presidente de Melilla, y donde le convence que aunque no es el objetivo que se habían marcado ambos gobiernos en materia de bonificaciones, al menos era un paso adelante. Melilla se suma a partir de ese momento también al acuerdo.
Cuando se cumplían dos meses y algunas semanas del silencio absoluto del PSOE en el Congreso, el cuatro de febrero se reúnen en Melilla los dos gobiernos autonómicos.
Y cuando se lee el catálogo de acuerdos se denota un malestar en el primer punto, el que habla de las bonificaciones, porque señalan que se hace necesaria una presentación urgente. Hay un malestar latente. ¿Qué sucedía? Que se están encontrando sin respuesta y entonces los dos presidentes deciden dar un paso adelante: solicitan a los diputados de Ceuta y Melilla que pregunten a los socialistas si hay una respuesta. En caso contrario, se presentaría la iniciativa legislativa de manera individual por parte de los populares, pero basándose siempre en los acuerdos con el Gobierno.
El primer contacto con Mamen Sánchez no puede ser más descorazonador, el martes 8 de febrero: no sabe nada y señala que lo está estudiando el Gobierno. Esa noticia aparece en 'El Faro' y de manera rápida Sánchez telefonea a Márquez para preguntar si antes del anuncio de la presentación tiene aún tiempo de retomar la situación. Se le dice que hasta el mismo viernes. Pues bien, el jueves día 10 añade que había podido hablar con Zarrías y que éste telefonearía al presidente Vivas. Los populares deciden suspender su presentación y se da una nueva oportunidad hasta el martes día 15. Carracao asiste el domingo día 13 en Sevilla a una Convención de su partido. Confiesa luego que tiene la oportunidad de conversar con Zarrías y a buen seguro que le pide que telefonee al presidente Vivas para intentar salvar la situación. La llamada se hace el martes 15  se ha querido vender que este tipo de negociaciones no han de publicitarse. Pero no es culpa del político, ni del PP la publicidad de las mismas, sino el interés de este medio de manera diaria por estar al corriente de lo que se cocía en Madrid. Y por las publicaciones reacciona el PSOE, porque de otra manera, estaría durmiendo la propuesta el sueño de los justos. Porque aquí se ha querido jugar con la palabra de más de una persona. Porque aquí se ha demostrado que para determinada cuestiones no somos prioritarios para Madrid. Porque para muchas acciones políticas nada más que hace falta voluntad.
Y una última recomendación: o corren o nos quedamos sin bonificaciones, al menos en esta legislatura.