Se aprovecha el momento delicado para tensar y rentabilizar satisfaciendo necesidades ególatras, con el hecho anunciado y real a partir de este próximo inicio de Junio.
La filial de Iberia, Air Nostrum monopoliza la demanda histórica con su oferta que no puede ser considerada definitiva y de necesaria solución. Al mismo tiempo la varita desleal se desmarca del compromiso adquirido con el Ministerio de Fomento (PSOE ) favoreciendo al Presidente Serratosa, Don Javier. Excelentes relaciones presidenciales a dúo, jugada de alta rentabilidad política y dudosa generosidad empresarial. ¿Cúanto y mucho ha recibido a lo largo de estos años pasados, la Cía aérea?. ¿A cambio de qué contraprestaciones?. Permitan por lo menos expresar estas dudas ciudadanas en medio de esta maraña y falsa alegría, de la simple y bienvenida medida, en un escenario de luces y sombras.
Estas cosas pasan en Melilla, idiosincrasia identitaria de quienes nos gobiernan y nos quieren vender el melón a un precio de fachada y doble caja A y B. Objetivo rentabilizar y dar un golpe, dado, pero de consecuencias que no solucionan el problema, demostrando la nula capacidad para trabajar con el Gobierno, por ser de otro color y hacérsela pasar mas canuta. Una estrategia política con una finalidad de desgaste buscando el lógico reconocimiento de Don Mariano y Cospedal ó Sinpedales. Puede salir mal la jugada, contextualizada en negros nubarrones fomentados por la Consejería de Fomento de la Ciudad autónoma y la sentencia fallo que debiera sacar los colores al amarillismo imperante. Ni más ni menos que nombrar a dedo funcionario interino a un señor arquitecto, saltándose la legalidad vigente y haciendo un uso indecoroso del poder competencial. ¿Qué no se hará en otros frentes: oposiciones, concursos, plazas a cubrir? ¿Cómo siguen tejiendo las redes del voto cautivo en busca del poder inmerecido?.
Está claro que el ser amiguete, el enchufismo y el libertinaje alegal siguen funcionando como en la mas vieja España, la rancia y caprichosa con dar privilegios a los dóciles y abnegados a la causa antiética y de vil estética.
La ciudad necesita de políticos transparentes, sanos y preocupados del servicio que no servirse, de menos imagen y golpe de efecto, de más rigor en las afirmaciones y cultura y dialéctica huidiza con el simplismo y la esperpéntica banalidad, tan reiterada y ampliamente profesada.
Hay quien se pone el pinganillo haciendo como que escucha el mensaje cuando el traductor hace uso de su fisiología evacuatoria. Hay quien alardea y convencido cree que lo hace bien inspirándose en el Olimpo, no llegando el mensaje a lo profundo, por ser un reflejo, un nimio espejismo.
Cuántas hemos de ver, hemos de soportar, son cosas del poder local, temporal y por ley de vida, caduco. ¡Que os vaya bonito, con o sin plumero!.
Y por si acaso, recordar el pensamiento profundo grouchiano, vamos de Marx –que no marxista-, cuando nos lega lo suyo diciendo aquello: “me gustan mis errores y no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme”, pero era un cómico, como tantos de hoy, mas planos, menos profundo.