El Consejo Europeo del próximo 24 y 25 de octubre que se celebrará en Bruselas abordará la problemática migratoria tras el naufragio en Lampedusa del que, todavía hoy, se siguen conociendo víctimas. Ya han muerto al menos 289 africanos. Así lo anunció ayer el jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, en una rueda de prensa desde Lampedusa, tras una visita a la isla junto al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso; la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom; y el viceprimer ministro de Italia, Angelino Alfano.
Este debate tiene su incidencia en las dos ciudades hermanas, ya que tanto Italia como España están reclamando desde hace años para que Europa en su conjunto trate el serio problema que tienen con la inmigración ilegal, ya que tanto Lampedusa como Ceuta y Melilla son las puertas de entrada para los que escapan de Africa buscando un lugar en esos países.
“Sabemos que la Comisión Europea está implicada en este asunto (...) Su presencia aquí es un modo de decir a todos los países que esto es un drama europeo”, agregó.
La delegación de la UE que visitó la isla italiana para honrar a las víctimas del naufragio fue recibida con protestas por los habitantes, con abucheos y al grito de “bufones” y “vergüenza”.
Según la cifra aún provisional, el hundimiento del barco causó la muerte de 289 personas y hubo además 155 supervivientes, pero los buzos siguen rescatando cadáveres del casco del buque, hundido a unos 50 metros de profundidad.
España e Italia reclaman que el tema de la inmigración sea prioritario para Europa. En el caso de las ciudades hermanas, ambas se convierten en la frontera sur para la UE, al contener episodios migratorios que tienen por objetivo llegar a Europa pero que topan antes con las hermanas, ubicadas geográficamente en la primera etapa del camino.
Tras episodios de asaltos a la valla se han producido compromisos europeos o visitas de europarlamentarios con la idea de garantizar una mayor cobertura a la problemática que, en esta materia, sufren ambas ciudades. Con el referente del naufragio en Lampedusa, se reabre el debate sobre la necesidad de disponer de mayor cantidad de medios.