Han sido tantas las oportunidades de disponer de una única sede judicial que se han dejado pasar, que ya pocos son los que aún creen en la posibilidad de que sí, de que esta vez sí, Ceuta cuente con una sede que aglutine a los principales juzgados y salas operativos.
El anuncio de la firma del acta de afectación al Ministerio de Justicia del edificio que ocupa el Banco de España ha sido acogido con cierta incertidumbre por el ámbito judicial. Todos y cada uno de los actores de este sector se han cansado de pedir esa sede judicial. Ahora, la reforma de un edificio antiguo cuya capacidad viene sometida a unas dimensiones concretas que no pueden dar más de sí, parece que es la salida ‘menos mala’ de todas.
La firma de esa cesión, que se llevará a cabo mañana en la Delegación del Gobierno contando con la presencia del delegado del Ministerio de Hacienda en Ceuta, Juan Ruiz Rico y el Gerente Territorial de Justicia, Francisco Cano Pérez, puede suponer un punto de salida que hasta ahora era inexistente. ¿Pero es la solución a todas las penas?
Aunque la reforma del Banco cuenta con la aprobación del propio Ministerio, de la Secretaría de Gobierno de Justicia y de los jueces, hay voces críticas que consideran que ésta no es la salida definitiva. La falta de espacio para acoger a todas las sedes dispersas o la antigüedad de la propia infraestructura pesan en este inicial rechazo. Conseguir que la Audiencia, los Penales, el Contencioso y el juzgado de lo Social encuentren cabida en el Banco de España es el objetivo que ya apuntó el Ministerio. La planificación, confirmada incluso por el propio ministro Alberto Ruiz Gallardón, es precisamente esta, aunque cuesta creer que haya espacio suficiente para ello.
Ahora se trata en definitiva de recuperar el tiempo perdido, de enmendar el error de no haber construido la ciudad de la justicia en el solar del Cine África expropiado con tal fin a la familia de propietarios. Ese error fue determinante en la vida judicial, tras él solo había propuestas que a modo de parcheo han intentado subsanar el grave problema que tiene la justicia.
CCOO, el sindicato más crítico con lo que está ocurriendo, no se cansa de poner encima de la mesa los problemas de masificación, infraestructuras caducas, falta de medios y personal que afean el buen funcionamiento del sector.