La frontera del
Tarajal es como una serpiente (frase de Juan Hernández, jefe de gabinete de la Delegación del Gobierno). Y esta, la que se mueve entre Ceuta y Marruecos, cuando uno menos se lo espera muerde. La clave está en que si esa mordida terminará siendo de las que se curan o de las que empeoran el actual panorama de caos y tensión que marca la puerta sur de Europa. La plaza de los Reyes cierra una semana de negociaciones y pactos, confiada en que lo que está haciendo es bueno para el futuro de Ceuta. Hasta que las fiestas pongan el punto y final al porteo, seguirá habiendo restricciones. Este viernes, al no haber porteadoras acumuladas en el lado marroquí se han levantado todos los vetos y han podido acceder a nuestra ciudad todas las personas que querían, sin necesidad de mostrar permiso de trabajo o residencia. Un alivio para muchas de ellas y para las familias que esperaban en Ceuta su entrada. La semana que cierra deja protestas, sentadas, quejas, acumulaciones y hasta airadas quejas formuladas ante el gobernador de Rincón para que solucione los vetos. A sus puertas acudieron las porteadoras que no pueden acceder a Ceuta por la aduana, reclamando que se les devuelvan sus derechos. De momento Marruecos no ha dado un paso para cambiar esta situación, pero sabe que su población está nerviosa. Ceuta quiere mantener estos controles para asegurarse el fin de las avalanchas, formulando acuerdos con todas las partes que tienen algo que decir al respecto. Se ha llevado quejas de muchos marroquíes que no entienden por qué no se les permite la entrada, además de advertencias de posibles denuncias por lo que consideran una ilegalidad. Encontrar un punto de cierta relajación es complicado entre dos zonas movidas a los dos márgenes de la frontera resulta una tarea difícil. “Queremos que aprendan que quien pasa mercancía tiene que acudir a ‘Tarajal II’, porque la frontera no va a soportar más esto”, advierten desde la Delegación. Mientras el bulto chino, que es el que reporta beneficios, se queda retenido en Ceuta, sin posibilidad de salida, sin ser cargado a las espaldas de quienes protagonizan las avalanchas organizadas por terceras personas. El resultado final de este pulso se verá en breve. Entonces la serpiente fronteriza quizá haya alterado su forma o haya mordido de forma letal.