La Semana Blanca

Sin industrias, sin grandes empresas, con una guarnición militar reducida ya al mínimo y una actividad económica circunscrita al pequeño y mediano comercio, la población de Ceuta no es madrugadora. Si existe un movimiento perceptible de personas y especialmente de vehículos, entre las 8 y las 9 de la mañana, es el del trasiego de alumnos, familiares y profesorado, camino de sus respectivos centros docentes. Fuera de los días de clase parece como si la ciudad se resistiera a desperezarse. Baste recordar la quietud matutina de personas y  tráfico de estos últimos días al compás festivo de la Semana Blanca estudiantil.
Hablamos de un contingente de unos 18.000 alumnos y alumnas de Primaria, ESO, BUP y FP, más los casi 1.700 docentes. Un importante sector poblacional que, necesariamente, se deja sentir en el diario palpitar de la ciudad. Han sido unos días de asueto que las familias, que han podido permitírselo, no han dudado en aprovecharlos para disfrutar también unas pequeñas vacaciones fuera de la ciudad. Que se lo digan sino, por ejemplo, a los concesionarios del mercado o a tantos comerciantes y actividades.
La recuperación de la Semana Blanca, en febrero, se produce después de muchos años de separar sus cinco días no lectivos de los de las vacaciones de Semana Santa. Circunstancia única en España – ni siquiera se daba en Melilla -, con la que el Ministerio nunca estuvo de acuerdo, al contrario que sindicatos y cierto sector de los padres, y un motivo habitual de rifirrafes entre los representantes de esas centrales y los del departamento.
A lo largo de mis muchos años de docencia en diferentes niveles educativos, siempre estuve en contra de la acumulación vacacional de ambos periodos, que, por otra parte, tan mal se vendía ante la opinión pública. Pedagógicamente me pareció desacertada, y así lo entendió en todo momento el Ministerio, hasta imponer inflexiblemente su postura. Claro que con lo de los periodos vacacionales en mitad del segundo trimestre siempre habrá progenitores que no entren en razones, por aquello de dónde dejar a sus vástagos esos días. Oiga, que los colegios no son guarderías donde recoger a los niños, sino centros educativos, que son cosas muy distintas.
Con Semana Blanca o sin ella, los días lectivos vienen siendo casi los mismos en este reino de taifas en el que se ha convertido el sistema educativo español. La LOE establece un mínimo de 175, que en Primaria son los que rigen en Asturias, Cantabria, las dos Castillas, Cataluña, Extremadura o Galicia entre otras Comunidades, junto con Ceuta y Melilla, hasta los 180 de Canarias o los 178 de Andalucía.
En el caso de Melilla no existe tal Semana Blanca, pero sí tres días de ‘libre disposición’ y el de la comunidad educativa, estratégicamente situados en el calendario, más el de Eosh Hashana y el de Aid el Kebir. Algo similar  al calendario de la vecina Cádiz con tres días no lectivos provinciales, uno de ellos unido al de la Autonomía, más los de libre fijación por cada ayuntamiento. Por vecindad también, el caso de Málaga capital es parecido al nuestro, al coincidir las respectivas fiestas patronales en agosto, y con una Semana Blanca que, conectada con el 28 F., se inicia mañana. Por cierto que cabría destacar el amplio abanico cultural que durante ese periodo se oferta a la población escolar con actividades lúdicas varias, talleres de pintura, teatro o manualidades, minicampus organizados por su universidad para estudiantes de primaria y secundaria, aulas de la naturaleza, actividades en la nieve, campamentos o talleres en la fundación Picasso.
Una iniciativa que bien podría ser merecedora de estudio por parte la consejería de Educación para semanas blancas futuras, mejorando sustancialmente las actividades de este año de acuerdo con nuestras posibilidades y circunstancias. Claro que para ello habría que saber primero qué dictaminará el nuevo Calendario Escolar que vea la luz a finales de mayo, máxime con el consabido cambio de administración educativa en la sede ministerial madrileña de Alcalá 34 y en su Dirección Provincial.
¿Semana Blanca? ¿Días libres sueltos en el calendario? ¿Dos semanas de vacaciones coincidiendo con las de Semana Santa? Si pretendemos asemejarnos a los modelos europeos y permitir un descanso más racional en el largo quehacer del curso escolar, me quedo con las dos primeras. La última, decididamente, no la comparto. Lo siento. Y una vez más el debate estará servido. Al tiempo.

1.- Los días lectivos en Primaria van desde 175 establecidos en la LOE como sucede en Asturias, Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia entre otras Comunidades Autónomas, hasta los 180 de Canarias o 178 de Andalucía. En Secundaria, los días lectivos van desde los 175 días en la mayoría de las Comunidades Autónomas (a excepción de Ceuta y Murcia con 174) hasta los 177 días en Baleares.