La salud es lo primero, también en el trabajo

Ceuta se unió ayer a la celebración mundial del Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Y lo hizo como mejor han de hacerse este tipo de conmemoraciones: con estudios, cifras, datos, ruegos y preguntas públicas. En eso consistió la primera edición de las ‘Jornadas Ceutíes de la Seguridad y  la Salud Pública’, organizado por el Área  de Medicina Preventiva, Salud Pública y Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario, en cuya sede se desarrollaron las diversas ponencias.

La palabra fue en primer lugar para Ana Rivas, del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Ciudad Autónoma. Rivas presentó la I Encuesta de Condiciones de Trabajo en Ceuta, un reciente informe que pormenoriza la problemática actual de Ceuta en cuestiones de prevención laboral. Entre los datos aportados, aparte la singularidad sociolaboral de la ciudad (con nueve de cada diez ceutíes trabajando en el sector servicios), Rivas reveló que un tercio de los trabajadores desconocen la existencia de delegados de prevención en sus empresas.
Otra de las ponencias destacadas de la jornada fue la de Ondino Juan Domínguez (Coinse), que explicó el plan de autoprotección del Hospital Universitario. Domínguez detalló el organigrama del centro encargado de la llevar a cabo la respuesta ante la posible existencia de escenarios de emergencia. “Haya una nube tóxica, un incendio, un aviso de bomba, existen unos protocolos específicos para cada caso”, informó.
En el caso de que se presenta emergencia, continuó Domínguez, “un simple aviso es ya una labor activa de protección”. Seguidamente, habló del sistema informatizado que advierte a todas las áreas implicadas encargadas de minimizar las emergencias. Correos electrónicos, mensajes por el móvil y toda la tecnología al servicio del Hospital Universitario ceutí, mostrada a través de un breve simulacro.
La presentación de Domínguez contó así con la representación real,  mediante el móvil de Julián Domínguez, de un acontecimiento virtual, la sobrevenida aparición de una emergencia hospitalaria. Por voz y por mensaje, los responsables de las diferentes áreas de la gestión de autoprotección del centro son advertidos, cualesquiera sean la hora o el lugar donde se encuentren los receptores.
A esta ponencia teórico-práctica, que intentó mostrar a las claras los dispositivos de seguridad existentes, le siguió una charla teórica a cargo de Juan Carlos Galván (Pascal. Cepsa Química). Este experto disertó acerca de los controles químicos, es decir, acerca de las medidas preventivas dables de ser tomadas en el cas o de manipulación con productos químicos tóxicos. Galván desglosó las precauciones a tener en cuenta con sustancias como el benceno o el nitrógeno líquido, de uso común en ámbitos de centros hospitalarios.
El próximo en subirse al estrado fue Rodrigo Alfaro, de la ASP Glosair. En su turno, Alfaro destacó la importancia del control de las enfermedades nosocomiales, es decir, aquellas dolencias contraídas en los hospitales debido a la existencia de microorganismos en lugares delicados como quirófanos. El título de su ponencia fue ‘La desinfección de superficies en la prevención de riesgos laborales’.
Y justo antes de la clausura, de la mano de Jesús Lopera, llegó la participación de Juan Luis Cabanillas, jefe de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional y Salud Laboral de Andalucía y vicepresidente de la Comisión Nacional de Medicina del Trabajo. Cabanillas basó su charla en la formación y niveles de responsabilidad de residentes de Medicina y Enfermería del Trabajo. Y con estas palabras concluyó esta primera edición de las jornadas sobre prevención laboral en Ceuta.

Una denuncia a la agresión contra profesionales sanitarios

Una de las mayores reclamaciones de Enrique Roviralta, durante su charla sobre agresiones a profesionales sanitarios, es que los delitos de los agresores queden penalizados por el Código Penal. “Es una práctica que pretendemos que se extienda por toda España”. Roviralta muestra los datos de agresiones recabados en los centros sanitarios de Ceuta desde 2005 hasta octubre de 2010: “En total, entre las ocurridas en Atención Primaria y la Especializada, el Ingesa contabiliza 238 incidencias denunciadas, siendo 155 verbales, 54 físico-verbales y 29 físicas”. Roviralta no deja escapar la ocasión para advertir de que solo fueron denunciadas 19 incidencias. “Necesitamos de la colaboración de la sociedad, de los medios, de los profesionales, para acabar con esta lacra de la agresión en los centros sanitarios. Debería ser tan alarmante como la violencia a mujeres. Al fin y al cabo, esta violencia repercute en la relación entre médico y paciente”.

El estrés como una de las causas mayores de bajas laborales

El estrés se incluye entre los principales casos de enfermedad y de baja laboral en el ámbito del trabajo. Edith Rivera, del Centro Global 2, suma 11 años investigando las dolencias relacionadas con el estrés laboral. “El estrés es un mecanismo natural de adaptación. El problema llega cuando rebasa los límites normales, tanto en intensidad como en duración”. Tras explicar el proceso fisiológico y las fases de este proceso natural que puede convertirse en dolencia, Rivas enumera una serie de actuaciones que ayudarían a paliar las situaciones estresantes no saludables. “Hay que seguir unas pautas de vida sana: alimentación, descanso, actividad física, técnicas de relajación y, como siempre, la reestructuración cognitiva”. La experta incluye en su ponencia los factores de riesgo. Y luego la sintomatología. “Nunca hay que evitar acudir a un especialista si sentimos que los síntomas del estrés se hacen duraderos”.

De la teoría a la práctica durante la hora del café

Más allá del contenido de su ponencia, en la que presentó la ‘Memoria del Servicio de Medicina Preventiva, Salud Pública y PRL’, Julián Domínguez representó al equipo organizador de las I Jornadas  Ceutíes de la Seguridad y la Salud en el Trabajo’. Domínguez no ocultó su actividad, su hiperactividad: presenta a los ponentes, conversa con los asistentes y organiza corrillos de comentarios entre lecturas y recesos. Y también tuvo tiempo para atender a la prensa en un apartado.
“Mi balance es naturalmente positivo. Este acto es la confirmación de que el Ingesa y el Hospital Universitario están comprometidos con la prevención laboral y la salud en el trabajo”. Diríase que por partida doble: de un lado, mediante la celebración del evento. Del otro, por la responsabilidad de llevar  a cabo la teoría a la práctica, es decir, de cumplir los mandatos de seguridad laboral en su propio entorno. Para empezar, entre los componentes de su equipo, a quienes  nombra uno por uno como responsables de la memoria publicada y que no son citados en estas líneas por mero prurito con el santoral.
Era el tiempo del receso. En la cafetería del hospital había café y zumo. Calor y frío. Cuando Domínguez habló de a quiénes echa en falta en la jornada, no hubo temperaturas medias. Sin templanza, Domínguez lamentó la ausencia de los delegados sindicales a las diferentes ponencias. “Claro que es importante que hubieran estado aquí hoy”. “Deberían haber venido para, al menos, dar el visto bueno, o criticar en su caso, cuanto aquí se trata, que es uno de sus grandes peleas”.
Pero Domínguez prefirió curarse en salud. “Igual es que están todos trabajando, por lo que habría que disculparlos, claro”. Solo un delegado de CCOO, Enrique Roviralta, no se encontraba trabajando en ese instante. O sí. Mientras Roviralta charlaba sobre agresiones a profesionales sanitarios, Domínguez permaneció en la mesa escrutando su ordenador. El siguiente era él.
Antes expuso a este periódico su parecer por lo que se lleva de jornada. “La autoprotección del hospital es un hecho sustancial. Ha sido una ponencia brillante. Está siendo un evento notable. No solo hay teoría, también estamos asistiendo a la práctica”. Entonces Domínguez aclaró que al dispositivo de emergencia le queda aún un mes para ponerse en marcha. “Haremos un simulacro”, que es la práctica más saludable de la teoría tratándose de emergencias hospitalarias.