Si los trabajadores del hospital universitario creían que la madrugada de este miércoles sería una jornada laboral tranquila, nada más lejos de la realidad, debido a una tubería que activó una rápida respuesta de los efectivos sanitarios de la planta donde se ubica Neonatología. A las tres de la madrugada la rotura de una tubería provocó la inundación de la planta obligando al rápido traslado de las incubadoras en la que permanecían cinco bebés. De inmediato fueron trasladados hasta la zona de Reanimación en la que se dispuso todo lo necesario para cubrir las necesidades de los bebés. Se dio la circunstancia, además, de que otros dos pequeños más fueron ingresados, siendo trasladados directamente a dicha área.
La rápida y eficaz actuación de los trabajadores sanitarios, así como del servicio de limpieza que hacían el turno de noche fue determinante para que la situación se fuera normalizando a lo largo de las horas, aunque la intervención de los empleados de limpieza se alargó durante toda la noche, siendo incluso necesario continuar las tareas por la mañana, ya que el agua llegaba a alcanzar alrededor de unos diez centímetros de altura. El agua llegó a filtrarse hasta el piso de abajo, lo que hizo necesario redoblar los esfuerzos de los trabajadores del hospital universitario.
La situación se normalizó totalmente en la mañana de ayer, en que las incubadoras con los bebés regresaron a la planta de Neonatología.