La rentabilidad social del mar

Una amiga periodista nos llamó algo preocupada para preguntarnos si el antiguo almacén que alberga el museo del mar se tiraría abajo junto con los demás tinglados. Evidentemente, le indicamos que no solo no se tiraría sino que se está pensando seriamente en mejorar el edificio con intención de mejorar el museo y de albergar otros servicios necesarios que la Autoridad Portuaria también demanda y necesita.

Las cosas parecen evolucionar en nuestro ámbito portuario que además de preocuparse por el necesario desarrollo económico de Ceuta también lo hace en beneficio del medio ambiente marino y últimamente también a favor del desarrollo cultural y turístico de la ciudad. La trasformación de la fisionomía del histórico muelle España debería aportar un gran espacio público que nos conecte con el mar, nuestro puerto y, por supuesto, con el museo del mar. Hasta ahora el museo del mar ha estado trabajando intensamente para desarrollar investigaciones y proyectos que incrementen nuestro conocimiento del precioso medio marino ceutí y para ello la colaboración de la Autoridad Portuaria ha sido clave, pues nos ha permitido desarrollar nuestro trabajo de estudio y conservación, aprovechando un espacio físico creado para divulgar la cultura marítima y también la diversidad biológica, pues ya existían las colecciones malacológicas cedidas por el señor Fosati. Sin embargo, también es bien cierto que una falta de decisión política ha provocado que el museo todavía este lamentablemente cerrado al público de Ceuta y al potencial visitante turístico.
Mientras tanto, el ritmo de trabajo dentro del museo ha sido trepidante y se han generado proyectos de estudios e investigación relacionados con los corales antiguos del mar Mediterráneo, se participa en proyectos punteros de estudio del cambio global en relación a los frágiles y preciosos ambientes coralígenos mediterráneos y se colabora con un buen número de universidades, centros de investigación e instituciones de referencia en el ámbito de la conservación. El museo forma parte de los grupos de trabajo de especies marinas y sus hábitats del MAGRAMA y junto con nuestra asociación hemos editado una revista científica de ámbito regional norteafricano, con el cuarto volumen en imprenta en estos momentos. Además el museo ha publicado algunos libros sobre Ceuta y la región y en estos momentos existen otros en fase de elaboración. El próximo en publicarse será un extenso libro sobre el litoral marroquí con interés turístico para viajeros con inquietudes de conocimiento ambiental y cultural. Todos los años, desde el museo del mar, se publican artículos científicos que ratifican el dinamismo existente por la investigación en biodiversidad y hábitats marinos. A lo largo de todos estos años se han incrementado las colecciones, no solo de tortugas marinas y cetáceos sino también de organismos marinos (algas e invertebrados) con fines divulgativos y para generar futuras exposiciones sobre diversas temáticas que traten aspectos del medio marino de Ceuta en el contexto de la región. Por último, pero no menos importante, hay que indicar la dedicación del museo junto con nuestra asociación en el desarrollo del proyecto de varamientos de tetrápodos marinos que tan importante colección de osamentas ha generado en beneficio de la ciudad y de la conservación de estas especies. La colaboración de la Consejería de Sanidad ha sido importante para el funcionamiento del proyecto que implica a varias administraciones que colaboran en el rescate de los cuerpos muertos de estos enigmáticos y siempre maravillosos animales.
Recientemente, el museo cuenta con la ayuda de la empresa Makerel Medioambiental que está acogiendo un nuevo pudridero y también procura trabajadores y maquinaria para facilitar las duras labores con estas especies. En definitiva, y como hemos comentado en otras ocasiones, el museo lleva mucho tiempo preparándose internamente para poder afrontar el reto de su apertura. Si en los últimos dos años la sala ha estado invadida por osamentas que por su naturaleza deberían estar en otro lugar, es por el parón que ha sufrido la obra del sellado y acondicionamiento del antiguo vertedero de Santa Catalina, donde se encontraba el pudridero de tetrápodos marinos. Debido a la obra del sellado nuestro pudridero fue partido y prácticamente reducido a un trozo de terreno sin vallar al alcance de cualquiera. Por eso no tuvimos que guardar las osamentas en la sala del museo del mar al no contar con otro lugar para tal finalidad. En estos momentos, se está construyendo un nuevo pudridero que tendremos preparado dentro de unas semanas.
En el momento en el que tengamos la zona acondicionada y nuestros almacenes preparados nos moveremos hacia el nuevo emplazamiento, junto con la mayor parte de la colección, que no tiene cabida en la sala del museo del mar. Llegados a este punto conviene señalar que, tanto desde el museo del mar como desde nuestra asociación, se ha conseguido consolidar un proyecto aunando voluntades de la administración y se ha generado una envidiable colección de osamentas para el futuro y además se publica anualmente una revista científica que atiende estos aspectos. En un sentido más global de las realizaciones científicas y divulgativas en el medio marino, entendemos que el museo del mar en colaboración con nuestra asociación, ha cumplido sobradamente con los compromisos adquiridos con el puerto y el ayuntamiento en estas materias. En resumen, hay una institución dinámica, científicamente conocida que realiza trabajos consistentes y valorados nacional e internacionalmente, que publica libros y trabajos científicos y que tiene importantes colecciones en sus fondos. Ahora son ambas administraciones las que tienen que tomarse en serio la rentabilización social de todo el volumen de materiales y conocimientos generados. Para ello, lo primero sería dotar al museo mediante presupuestos que garanticen su puesta a punto y continuidad como sala expositiva con colecciones permanentes y temporales. Es evidente que nosotros no somos responsables de que el museo del mar este cerrado al público y son desde hace varios años las instituciones políticas las que han debido ponerse de acuerdo para abordar una solución apropiada en beneficio de todos los habitantes de Ceuta y del turismo que nos visita.