La refundación

Si bien resulta de Perogrullo afirmar que la Historia se construye a diario, no es menos cierto que en estos días estamos asistiendo a una suerte de “Hora 0” en el inicio de una nueva era política y social.
La ferocidad del sistema es tan descomunal que apenas ni tan siquiera logramos vislumbrar su aún difuminada sombra.
Los recortes en Educación y Sanidad son sólo el principio del fin de todo un organigrama, tan sólo un par de fichas en un puzle en fase de composición, aunque probablemente no de concepción… eso fue mucho antes. Poco a poco, y con la aquiescencia general, estamos asistiendo a la desmembración del concepto de Administración Pública. Primero se desprestigia a los funcionarios de Educación por no querer trabajar dos horas más, después se les demoniza a tod@s sin distinción por tener un sueldo fijo y, ante los millones de parados en situación de extrema precariedad, se les exige más sacrificios insinuando falsamente lujosas retribuciones… como si los trabajadores de lo Público fuesen los causantes de toda esta situación de caos neocapitalista.
Los chicos de los recados, preocupados por lo suyo, ponen toda la carne en el asador, todos sus esfuerzos, toda su imaginación y todos sus efectivos en marcha para pagar la deuda de los amos… sólo y exclusivamente deuda, nada de creación de empleo, sólo deuda. Así, y ante la falta de liquidez, se inicia la era de privatizar todo lo privatizable, por eso de que todo es susceptible de dar beneficios económicos, de los beneficios a la Sociedad ni hablamos, claro. Por ahora “sólo” estamos en la fase de recortar en Educación y en Sanidad, pero pronto, si no nos movilizamos para ponerle freno a las hordas del Ibex y compañeros mártires, asistiremos al nacimiento de una Administración en manos privadas, de unos servicios fundamentales con el sello de S. A. y, consecuentemente, a un tijeretazo de libertades.
La voracidad del Poder es tal que pensar en las medias tintas es inviable. Todo les vale para ganar más… y bien que lo están poniendo en práctica.
¿Y ahora, qué? Es la pregunta que debemos plantearnos si, definitivamente, tenemos claro que todo esto es radicalmente inaceptable…
Ha llegado la hora de plantarnos, de decir NO, de mostrarles en todos los ámbitos que no vamos a ceder, nunca, ante tanto atropello.
Ha llegado el momento -porque después ya será tarde- de decidir si somos capaces de unir voluntades contra quienes hacen de los balances su único credo. Así pues, la tormenta perfecta, situada Al Sur de Edén, amenaza con acabar de forma inmisericorde con todos los derechos conquistados a sangre durante siglos. Así de claro, así de crudo.
Mi mañica preferida lo tiene claro: aquí ya no cabe negociación alguna, o tenemos lo que hay que tener para decirles que NO, y demostrárselo de una vez por todas, o todo carecerá de importancia. Camilo Berneri, un pensador anarquista italiano (a la vez perseguido por los agentes de la URSS y por los de Mussolini) afirmó en 1937 que “las bombas que hoy caen sobre Madrid, mañana caerán sobre Barcelona y pasado sobre Londres y Berlín”.
Aquí esta sucediendo algo muy similar: los recortes en Educación y Sanidad de hoy, serán los de servicios sociales e infraestructura mañana y de todo el resto pasado mañana.
Lo siento, pero esto no tiene vuelta de hoja: o nos oponemos a la Refundación de un neocapitalismo salvaje apoyado por los chicos de los recados, o nos dedicamos a buscar paños para las lágrimas, que falta nos van a hacer. Usted, como siempre, sabrá qué es lo mejor.
Refundación del Sistema, mucho más que un argumento de la teoría de la conspiración: una brutal y sangrante realidad… que se quiera ver o no, ya es otra historia.