La reforma estructural de la justicia, clave para su mejor funcionamiento

• Alabanzas de los presentes al trabajo realizado por el magistrado Fernando Tesón

Luchar contra la corrupción o conseguir que el ciudadano deje de tener una percepción sobre la justicia como poder sometido a injerencias políticas y nunca independiente. Esos fueron algunos de los objetivos sobre los que dijo el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que hay que trabajar. Y hay que hacerlo bajo el convencimiento de que este poder saldrá reforzado.

Así lo explicó ayer, durante la inauguración de las VIII Jornadas Jurídicas de Ceuta, en la que todos los presentes coincidieron en elogiar al magistrado Fernando Tesón por haber superado, un año más, el nivel en su organización al abordarse asuntos de interés no solo para el gremio judicial sino para cualquier ciudadano.

Catalá destacó en su intervención la existencia de “un debate social, que está en la calle y que tiene que ver no tanto con la independencia del poder judicial que es real, sino con la percepción que tiene el ciudadano... y ahí salimos mal. Me consta que en España no hay problema de independencia ni de injerencias pero sí de percepción, por lo que tendremos que trabajar en mejorar ese estado de opinión”, expuso el ministro. “La confianza de los ciudadanos en las instituciones tiene que ver con la convulsión que ha generado casos como la corrupción, que es algo que a todos nos indigna por igual. La lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones que trabajan en la lucha contra el delito es un objetivo al que hay que dedicarle atención”, añadió, instando a proteger más al denunciante de casos de corrupción o a regular los lobbies.

Catalá hizo además un llamamiento al diálogo y a actuar en las necesarias tareas contenidas en el marco de la Estrategia Nacional de Justicia para realizar una reforma estructural. El ministro resaltó la lentitud de la justicia como el “primer gran problema” de la misma, por lo que abogó por la introducción de cambios de carácter procesal, organizativo, cultural y tecnológico, “contando siempre con el consenso y la colaboración de todos los actores que trabajan en la Administración de Justicia”. Imprescindible resulta la puesta en marcha de una Ley de Enjuiciamiento Criminal en la que los fiscales dirijan la investigación, reforzando su autonomía y alcanzándose acuerdos para las grandes reformas que pasen por el consenso.

El titular de Justicia hizo hincapié en un mejor reparto de esos recursos, atendiendo a una distribución más equilibrada de cargas de trabajo, implantando definitivamente la Oficina Judicial y la Fiscal, impulsando un Registro Civil desjudicializado, público, gratuito y digitalizado y apostando por la especialización como se ha hecho en materia de cláusulas suelo.

El ministro consideró clave alcanzar un fortalecimiento de la confianza social basada en la regeneración democrática y la transparencia. Como medidas concretas para lograrlo apuntó a la limitación de aforamientos y el desarrollo de una Justicia abierta, más accesible y que proporcione mayor información al ciudadano. Así como reducir los casos de indulto que pueda conceder el Gobierno.

El director académico de estas jornadas, Federico Fernández de Buján, que fue el encargado de abrir el acto, alabó el trabajo de Fernando Tesón de quien dijo siempre está respaldado por su esposa Teresa Troya; elogios que también hizo públicos Clara Martínez de Careaga, como vocal del Consejo General del Poder Judicial, quien destacó el nivel de estas jornadas y el trabajo del magistrado, “haciendo honor a su apellido”.

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, intervino en este acto para destacar el trabajo realizado por el magistrado durante tantos años al frente de la organización de estas jornadas, eligiendo con “tino” los asuntos de los que se trata y consiguiendo que este sea un evento “de categoría” y de “primer orden”. Vivas recordó que el Derecho y la Justicia son pilares fundamentales para la convivencia. “Tengo la percepción de que ambos son esenciales para la realización de los derechos individuales, para el cumplimiento de los deberes y obligaciones que tenemos como ciudadanos y también para perseguir y sancionar el delito”.