El destructor Admiral Levchenko se sumó ayer a la ya larga lista de buques de la Armada rusa que hacen escala en Ceuta.
A fuerza de repetir visitas, ver pasear por el Revellín o por la Plaza de los Reyes las gigantescas gorras de plato de sus tripulantes comienza a dejar de ser noticia. Se han convertido, como identificaba alguien ayer, casi en la “quinta cultura” de la ciudad. Se dejaron ver por el centro, donde se transformaron de nuevo en un buen reclamo para un sector comercial necesitado de estímulos –y eso que según confirmó la empresa consignataria esta vez no cambiaron divisas– e incluso en la playa de la Ribera.
El buque, que toca puerto en Ceuta por segunda vez, permanecerá atracado en la ciudad hasta mañana. Hasta entonces cumplirá con sus tareas de avituallamiento, para lo que ha solicitado 800 toneladas de gasoil y otras cien de agua, además de víveres para la tripulación. En las imágenes que acompañan a la página se puede contemplar la buena sintonía entre militares y ciudadanos, quizás porque es la novena escala ya de navíos de esa nacionalidad en lo que va de año.