Los comerciantes del Tarajal no ejecutarán su anuncio de cierres intermitentes en el polígono después de que así lo acordaran tras la reunión mantenida con la Delegación del Comercio y en la que también estuvo presente la Cámara de Comercio en calidad de intermediarios entre empresarios y administración. Una reunión que ha transcurrido en un ambiente de colaboración y diálogo por ambas partes,
La decisión se adoptaba tras el anuncio, en ese encuentro, de que la puerta de unión entre el Tarajal y la frontera permanecerá abierta, eso sí con un incremento del control policial para los grandes bultos que intenten pasar al país vecino los porteadores, uno de los motivos por los que la Jefatura Superior de la Policía Nacional optó por clausurar este acceso por tiempo indefinido hasta evaluar sus efectos sobre el tránsito de porteadores. Se desconoce qué tipo de conclusión pueden haber obtenido las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pero sí la opinión generalizada de los comerciantes: el cierre de esta puerta ha derivado en un descenso de la actividad económica. “Entendemos que hay circunstancias bastante complicadas a nivel de tráfico de personas, pero esto revierte negativamente sobre los beneficios de los comerciantes. Lo están notando muchas empresas y, actualmente, no podemos permitir que se pierdan puestos de trabajo”, explican fuentes del Tarajal.
El acuerdo alcanzado entre las partes ha tenido ya sus frutos, el acceso permanecerá abierto y los comerciantes, de momento, aseguran que no adoptarán ningún tipo de medida relacionada con el cierre de sus negocios, “se va a quedar en stand-by hasta que volvamos a avanzar en la situación”, apunta.
La verdadera problemática que tiene su raíz en la alta densidad de tráfico de porteadores era cuestión aparte abordada ayer en el transcurso del encuentro. A este respecto, ambas partes acordaban recuperar el proyecto presentado hace un año “y aprobado por Delegación y Ciudad”, en el que se planteaba detalladamente la ordenación más adecuada en el tránsito de los porteadores para compatibilizarla con el normal desenvolvimiento de la actividad económica del Tarajal. “Comprendemos que las circunstancias obligan a que no todo sea tan rápido como se necesita. Sabemos que hay buena voluntad y ahora toca sentarnos todas las partes para poner en marcha el proyecto”. El diálogo es “bueno”, así lo han dicho fuentes del Tarajal, y las ideas están claras: retomar un proyecto que vio la luz el pasado año y que se ha ido retrasando en el tiempo.