La puerta de la discordia

La decisión del Consejo Escolar del CEIP Juan Carlos I de que los niños de segundo y tercer ciclo entren por una puerta secundaria desata la polémica “¿Cómo van a salir por allí, si no hay ni acera?”; “Esa puerta no está pensada como entrada y salida, sino como una salida de emergencia”; “Yo vengo con un bebé en los brazos y tres niños de diferentes edades que teóricamente tienen que entrar por puertas diferentes, ¿cómo lo hago?”; “Hoy no han puesto problema a que los niños entraran por la puerta principal porque han visto a la prensa, para callarnos la boca, pero mañana estaremos otra vez igual”; “las madres afectadas no somos ninguna minoría, casi todas tenemos varios hijos en diferentes ciclos”. Poco antes de las nueve de la mañana, justo la hora de entrada a clase en el CEIP Juan Carlos I, varias madres se quitaban la palabra unas a otras para tratar de exponer con mil y un ejemplos su queja. El Consejo Escolar, tal y como informó ‘El Faro’ en su edición de ayer, había aprobado por unanimidad un cambio en la forma de entrada y salida al centro. Desde el día 8 de enero, vuelta al colegio tras las vacaciones de Navidad, los niños de segundo y tercer ciclo de Primaria deberían entrar por la puerta ‘trasera’ con que cuenta el centro y que comunica directamente con el club de petanca de Los Rosales. El resto (Infantil y primer ciclo de Primaria) accederían como hasta entonces, a través de la puerta principal.
¿El problema? “No nos podemos dividir y no vamos a consentir que niños de entre ocho y once años recorran solos un camino de más de cien metros donde no hay ni acera”, comentaba una de las afectadas, Sara Pérez. Por su parte, los responsables del centro aseguran que es una medida que no se ha tomado unilateralmente desde la Dirección, sino que ha sido el Consejo Escolar quien la ha propuesto y aprobado. “Lo más curioso es que el cambio había sido solicitado por los propios padres porque, como la entrada principal es estrecha y la cantidad de niños muy grande, se creaban empujones y conflictos y muchos se quejaron”, comentaban desde la Jefatura de Estudios. Ayer por la mañana, como es habitual a la puerta de todos los colegios, una patrulla de la Policía Local vigilaba el acceso principal, si bien los agentes no habían sido informados de que tuvieran que vigilar la otra entrada. Sobre el terreno, a pesar de que las madres aseguran que se trata de un acceso peligroso, ‘El Faro’ observó que por la zona el tráfico rodado es prácticamente inexistente ya que la calle desemboca en un terreno destinado al aparcamiento de vehículos que se encontraba casi vacío y por el que, a esa hora, no descendió ni un solo vehículo. “Recorrer la separación entre ambas puertas no cuesta más de dos minutos, así que tiempo da de sobra”, indicaron desde el colegio, “las razones de estas madres no son lógicas y, desde luego, los profesores en ningún caso iban a consentir que un niño se quedara solo en la calle. La decisión está tomada en beneficio de toda la comunidad educativa, nada más”. A todo ello se une la paralización el pasado año de la obra para la construcción de una puerta de entrada junto al acceso principal.