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La medida incidirá en los animales allí acogidos que no serán atendidos en horario de tarde
Ha sido una decisión meditada, pero no por ello sencilla de adoptar. La junta directiva de la Protectora de animales se ha visto obligada a reducir el número de días que abre sus puertas al público y, por ende, las horas em que se atienden a los numerosos perros y gatos acogidos en sus instalaciones. Esta postura se adoptaba en la pasada Asamblea ordinaria tras comprobar que el número de voluntarios que acuden a atender a los animales es insuficiente para poder abrir a diario. “Estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener la Protectora abierta todos los días, pero ya es imposible. No hay suficientes voluntarios y cada vez hay más animales que atender. Lo único que podemos hacer es reducir el número de días que abriremos las puertas”, se lamenta el presidente de la Protectora, Javier Blanco.
Así, y de no conseguir la implicación de más voluntarios que se comprometan a colaborar, la asociación únicamente abrirá los lunes, jueves y sábado. “Esto significa que el resto de días sólo vendrá el trabajador a limpiar por la mañana pero los animales estarán solos por la tarde y si hay alguna emergencia no se les podrá asistir”.
Esta decisión afectará, especialmente, a aquellos perros y gatos que requieren de un proceso de socialización que sólo se consigue a través de un contacto diario con el ser humano. De no llevarse a cabo, estos animales están condenados a pasar toda su vida entre las cuatro paredes de la asociación. “Si no se vuelven sociables no serán adoptados porque tienen tanto miedo que les cuesta mucho estar con las personas”, insiste Blanco.
La desesperada situación sólo se solventará con la colaboración de voluntarios que deseen acudir a la Protectora. “Necesitamos voluntarios que se comprometan, porque no tenemos personal para tener suficientemente atendidos a todos los animales, con lo cual esto repercute en la atención de los gatos y perros por las tardes”.
Desde la Protectora hacen un llamamiento a todos los amantes de los animales que puedan dedicar parte de su tiempo libre a los perros y gatos abandonados que ya han sufrido lo suficiente en sus vidas y ahora se encontrarán con unas tardes solitarias en las que ninguna mano amiga les ofrezca una simple caricia.