La primera fase del yacimiento de Benzú finaliza con una memoria

El equipo de investigadores del yacimiento de la Cueva y Abrigo de Benzú ha concluido la memoria administrativa, que esta semana será entregada a la Ciudad Autónoma.

Dirigido por los investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) José Ramos y Darío Bernal, un importante grupo multidisciplinar ha ensamblado las piezas que componen el puzle prehistórico de la Cueva y Abrigo de Benzú. Este documento es uno de los requisitos que se exigen al haber recibido subvención de la Ciudad, en el que se justifican los trabajos. “Además, con esta memoria se avanzan muchas de las conclusiones sobre el yacimiento a lo largo de los 18 capítulos del documento”, explicó José Ramos.
“Ya hemos concluido el perfil estratigráfico, y con eso podemos decir que se ha terminado la primera fase del yacimiento de Benzú”, según aclaró el profesor Darío Bernal. Este perfil es un resumen de la excavación, donde ésta se reparte entre varios tramos. Según explicaron los dos directores de los trabajos, la parte más positiva de esta última campaña ha consistido en el análisis de los materiales. “Extraer las piezas es muy difícil debido al terreno duro que hay en el yacimiento, y luego hay que llevarlo al laboratorio y analizarlo”, aclaró Ramos.
Este ha sido el más largo de los 18 capítulos, puesto que se le ha dedicado 130 páginas de las 288 que posee la memoria administrativa, casi la mitad. Muescas, puntas, raederas o denticuladas, las piezas de época paleolítica y neolítica han supuesto grandes descubrimientos sobre los primeros hombres en lo que hoy es Ceuta.
El análisis de 50.000 piezas que se ha realizado por diferentes tipos de profesionales. Por ejemplo, los biólogos han sido capaces de determinar los restos de carne sobre los objetos, mientras que los geólogos se han enfrascado en localizar la procedencia de la materia prima. “Eso nos hace pensar con casi total seguridad que era un alto de caza”, aclara Ramos.
No menos importante resulta el hallazgo en cuanto a fauna. Ahora sabemos que el Amotragus lervia (una especie que parece una cabra salvaje) o los caballos vivían en la zona. En la redacción de esta memoria han participado científicos e investigadores no pertenecientes a la UCA. Es el caso de Simón Chamorro, director del Instituto de Estudios Ceutíes, o de Ignacio Clemente, del laboratorio del la Institució Mila i Fontanals, del CSIC de Barcelona.

Parón para reflexionar
Un resultado vital de esta investigación es el de establecer las cronologías: cuándo vivieron en yacimiento, y se ha visto que hace más 200.000 años ya había humanos, y hace 150.000 años ya se pescaba.
Una vez la Ciudad disponga de esta memoria y la estudie, estará en su tejado la pelota de decidir qué hacer con el yacimiento. Al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), muchas son las posibilidades. La pregunta es cómo se va a divulgar, dar a conocer, y poner en valor los restos. Una de las opciones más complicadas sería la de habilitarlo para visitas, entre otros motivos por la cercanía a la frontera. Los resultados de las investigaciones serán publicados en un libro de unas 500 páginas que saldrá a la luz el año que viene. El objetivo final, que A Benzú se le otorgue la importancia que merece. Pero los  tiempos en arqueología son lentos. “En Atapuerca, por ejemplo, se tardó veinte años desde que se comenzó a trabajar hasta que obtuvo fama internacional”, señaló Ramos.

Avanza la arqueología en el norte de Marruecos

Según informó ayer la Universidad de Cádiz en un comunicado de prensa,  la finalización de la tercera campaña de prospección en el norte de Marruecos ha dado “importantes” resultados. Se han localizado en dicho territorio 63 yacimientos y seis hallazgos aislados en la campaña de prospección desarrollada en las últimas semanas del mes de junio de 2010. Se han documentado yacimientos de etapa Protohistórica, y Romana. También yacimientos de época medieval islámica. El proyecto lleva más de 130 yacimientos localizados.