Durante el día de ayer agentes de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad estuvieron en las instalaciones afectadas en la madrugada del domingo realizando una inspección ocular del lugar de los hechos y recogiendo pruebas. Los capítulos de inseguridad ciudadana que parecían estar controlados durante los últimos tiempos han vivido un repunte en los meses de junio y julio con los sucesos ocurridos en el barrio de San José (Hadú) -el robo en varias tiendas y comercios- y la pasada madrugada en las instalaciones tanto de Marina Hércules (Mahersa) como del Club Náutico de Ceuta (CAS). Según ha podido saber ‘El Faro’, durante la noche que va desde el sábado y al domingo unos individuos lograron entrar en las mencionadas instalaciones privadas llegando a introducirse en al menos siete de las embarcaciones que se encuentran en la zona y sustrayendo de las mismas algunos objetos de diferente valor. La acción delictiva de los ladrones no se quedó en el mero robo de los barcos allí ubicados, sino que también accedieron a las oficinas y departamentos de las empresas llevándose de las mismas dos motocicletas que eran propiedad de las empresas y solían ser utilizadas por los trabajadores.
Agentes del Cuerpo Nacional de la Policía estuvieron en las instalaciones afectadas por el robo durante la mañana de ayer realizando una inspección ocular del lugar de los hechos y tratando de recopilar pruebas que pudieran ser determinantes a la hora de esclarecer lo ocurrido y llevar a la identificación de los autores. Por este motivo estuvieron observando con detenimiento tanto las embarcaciones objeto de la sustracción como las dependencias en las que los ladrones entraron durante la madrugada. Al menos dos personas encargadas de Mahersa estuvieron acompañando a los agentes durante su recorrido para orientarlos y ayudarles en su cometido.
De momento se desconoce la cuantía de los objetos robados, aunque dada la relevancia de los mismos y se especula con que pudiera ser una importante suma de dinero, ya que incluso se habrían llevado dos motocicletas de una de las empresas.
Por otro lado, los afectados se preguntan por dónde habrían accedido los ladrones y muchas de las miradas están puestas tanto en la rampa que da acceso al foso como en la entrada para vehículos y peatones existente cerca del CAS. Ambas se encuentran sin una vigilancia específica durante la madrugada y la responsabilidad sobre la seguridad de las instalaciones, al tratarse de empresas privadas, les correspondería a ellas. En principio se trataría de dos concesiones administrativas que habría concedido en su día la Autoridad Portuaria, por lo que ellos se desentenderían de los aspectos más primitivos de la seguridad y vigilancia de lo que allí ocurra.
Según ha podido saber ‘El Faro’, aquella zona no cuenta con una vigilancia específica durante la madrugada, lo que habría facilitado la labor de los delincuentes y su llegada y huida del lugar. La Guardia Civil tiene un puesto justo enfrente La cuestión de la seguridad y vigilancia de la zona que ayer fue objeto de un importante robo estará durante los próximos días en boca de todos. La Autoridad Portuaria se escudará en que se trata de concesiones administrativas a entes privados para justificar que ellos no tienen que prestar un servicio específico de vigilancia de la zona y que deberían hacerlo los propios concesionarios. En este sentido, las empresas solicitarán más seguridad e incluso de hagan cargo personalmente de ello mediante la contratación de algún servicio privado para evitar futuros incidentes. En cualquier caso resulta incontestable que justo frente al lugar de los hechos, a unos pocos metros, se encuentra un puesto de la Guardia Civil perfectamente equipado y que debería servir como elemento disuasorio -como mínimo- para este tipo de actos delictivos. En el día de ayer no fue así y los ladrones consiguieron llevar a cabo su acción sin ser detectados.
La zona portuaria es tradicionalmente una de las más tranquilas de la ciudad en el aspecto delictivo. Exceptuando algún desagradable suceso, la presencia continua de agentes de la autoridad suele ser efectiva para evitar incidentes.