“Somos y seguiremos siendo un Cuerpo integrado en los barrios, cercano al ciudadano, conocedor de sus problemas, una Policía dedicada a la prevención y la asistencia, comprometida desde la calidad de nuestro trabajo con el progreso de Ceuta”, destacó durante su turno en el uso de la palabra el de nuevo superintendente Ángel Gómez, que se confesó “orgulloso” de ser lo que es y de liderar a un equipo “cuyo objetivo principal es trabajar para que los ceutíes vivan en una sociedad que respeta sus normas y permite disfrutar de los derechos ciudadanos”.
“Estamos en todos los actos, deportivos, religiosos o festivos, para velar por el cumplimiento de nuestro ordenamiento jurídico y el libre ejercicio de derechos, ejerciendo las competencias que nos corresponden en exclusiva o las que compartimos con la Policía Nacional, la Guardia Civil o la Policía Portuaria, cuerpos hermanos a los que agradecemos su labor como a las Fuerzas Armadas”, resaltó Gómez, que también subrayó el “apoyo permanente, incluso en momentos de crisis como estos” que Vivas ofrece a la Local.
También para la consejera de Gobernación, Yolanda Bel, hubo elogios del jefe de la Policía, que aseguró que la consejera “me ha demostrado antes y durante los 16 días que llevo de nuevo en el Cuerpo que siente como propios nuestros problemas y preocupaciones”.
“Colaboración y lealtad”
Como el superintendente, el presidente la Ciudad agradeció al delegado del Gobierno, a los mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, al comandante general militar, a los senadores ceutíes y al resto de autoridades presentes su asistencia al acto. “Estamos aquí”, les trasladó Vivas poniéndose al frente de los 300 policías locales, “para lo que sea menester”. “Estamos”, insistió, “en el mismo barco, somos la misma tripulación y tenemos el mismo puerto de destino: dar seguridad y tranquilidad a los ciudadanos desde el respeto a nuestras competencias, la lealtad sincera y la colaboración estrecha”.
En clave interna, el presidente hizo de su alocución una glosa al factor humano: “La organización, los protocolos, los medios, son importantes, pero más lo es la actitud”, resaltó sobre un Cuerpo al que instó a entregarse “al servicio de los demás”.
“Sé que vuestra la labor es exigente y de riesgo, pero también gratificante”, advirtió, ya que a su juicio “para todos los que estamos en el servicio público no hay mejor recompensa que tener el aprecio y la consideración de los ciudadanos, y vosotros contáis con ella”.
“Nos debemos a los ceutíes, a todos, con independencia de cuál sea su lugar de residencia, su credo o raza, porque todos estamos amparados y sometidos por la misma ley en nuestros derechos y obligaciones”, prosiguió su consigna el líder del Ejecutivo local, que reclamó de los políticas locales “sentido de la justicia para dar una atención especial a los más débiles y necesitados”.
A los galardonados Vivas les pidió que las distinciones recibidas les sirvan “como reconocimiento de lo hecho, pero sobre todo como aliento para lo que queda por hacer”. A los agentes, un colectivo proclive a veces a las batallas internas, que recueden y practiquen “el ejemplo de Yamal, que era una extraordinaria persona y un buen policía, pero sobre todo un excelente compañero”. “Su modelo irradia nuestra labor y permanece porque siempre estará en nuestra memoria y sobre todo en nuestro corazón y con él caminaremos”, remachó.
Galardonados
Medalla al Mérito
Juan Barranquero Moreno fue distinguido con la Medalla al Mérito Profesional, que recibió de manos del presidente de la Ciudad su hija, Yolanda Barranquero.
Cruces al Mérito
Alexis Muñoz Vidal y Jorge Pozo Costa fueron galardonados con sendas Cruces al Mérito Profesional. En ausencia del segundo, recibió la distinción Jesús Ortiz.
Felicitaciones públicas
Vivas, González Pérez, Martín-Ambrosio, Bel y Gómez entregaron sendas felicitaciones públicas a José María Márquez Salinas, Francisco Vázquez Visiedo (en su ausencia la recibió su esposa, María José Oliveira), Jorge Oliva Gil, Rafael Alarcón (a través de Ramón Arias) y Manuel Jesús Chicón Ballesteros.
La autoridad “debe dar ejemplo”
Sin alusiones explícitas al pasado ni ningún guiño al que fue superintendente accidental de la Local hasta hace menos de un mes, José Antonio Sorroche, el presidente de la Ciudad aprovechó su discurso en el Tryp para lanzar un aviso a navegantes: “La autoridad, en la Policía Local y en cualquier orden del servicio público y la vida, solamente lo es de verdad si viene acompañada por la virtud, si quien da las órdenes es ejemplo a seguir por quien las recibe”, advirtió antes de sentar, a partir de esa “reflexión”, los tres pilares en los que, según su criterio, debe apoyarse el ejercicio del servicio público, con o sin placa, “la autoridad, la disciplina adecuada y el compañerismo”.
Las “virtudes” de la mujer policía
En un acto que también vino marcado por la presencia de cuarenta mujeres policías llegadas de distintas ciudades de Andalucía y Melilla, el líder del Ejecutivo local cerró su parlamento ante los presentes recordando a las cuatro primeras féminas del Cuerpo en Ceuta (Carmen, Teresa, Pilar y Paquita) y resaltando la necesidad de aprovechar en la Policía las virtudes de ese sexo. “La mujer es un factor fundamental en cualquier actividad, pero en la Policía de forma especial por sus virtudes para la perseverancia, la intuición, la ecuanimidad y la capacidad de sacrificio”, subrayó Vivas, quien se congratuló porque la ciudad fuese de las primeras en tener sólo agentes hombres. “Las cuatro primeras y las nueve que las han seguido después han acreditado que fue una decisión de lo más acertado”, se felicitó.
“El corazón no le cabía en el pecho y se le partió, la mitad para cada hijo”
El policía local Francisco Morales emocionó ayer a los asistentes al acto oficial de celebración de San Urbano que tuvo lugar en el Hotel Tryp al leer un texto de su compañero Jorge Pérez en memoria del agente fallecido en abril, Yamal Mohamed, “eterno compañero de verdad que llegó en 2003 al Cuerpo para engrandecernos, superdotado del trato personal, amigo de sus amigos, marido ejemplar, padre entregado, caballero legionario, policía modélico, pañuelo para todas las lágrimas”.
El agente repasó la trayectoria de un policía que llegó a Tráfico, atendió el servicio de playas y terminó en el Príncipe, “una tarea difícil a veces que supo llevar con su mano izquierda”. “Vaya fichaje hicimos con él, más blanco que el club de sus amores, el Real Madrid, con un corazón más grande que el Bernabéu y más cristalino que las aguas de la ciudad que le vio nacer”, destacó emocionado el policía, que ofreció a todo el Cuerpo a su esposa, a sus dos hijos y al resto de su familia “para lo que necesiten”. “Tenía en el corazón tan grande que no le cabía en el pecho, donde le sobraba compañerismo, educación, amabilidad y entrega, y se le partió, una mitad para su hija y otra para su hijo... Hasta siempre, Yamal, compañero”, terminó.{jaimage crop="TC" /}