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Los operarios han dado prioridad a las especies canarias y datileras, las más vulnerables a la plaga del picudo rojo
Los operarios de Tragsa ya han acometido la poda de 350 palmeras desde que se iniciara esta actuación a finales del pasado mes de enero y que consiste en la retirada de palmas y frutos de esta especie tan implantada en nuestra ciudad.
El objetivo de esta actuación no es simplemente estético, sino que persigue eliminar el riesgo de desprendimiento de las palmas, así como de los frutos que, una vez en el suelo, se convierten en un producto resbaladizo que al pisarse puede provocar la caída de una persona.
La poda se lleva a cabo mediante un novedoso sistema nunca antes empleado en nuestra ciudad y que se conoce como la ‘bicicleta’. Consiste en un sistema de escalada por el cual el operario trepa a través del tronco hasta alcanzar la copa y, una vez allí, acometer la retirada de hojas secas y frutos. Desde el inicio de estas tareas, se ha dado prioridad a la poda de palmeras canarias y datileras, dado que estas dos especies son las más vulnerables ante el picudo rojo. Es por ello que la actuación ha comenzado por la poda de estas palmeras a fin de que estén preparadas de cara al inicio de temporada de esta plaga. Seguidamente se procederá a la tala de la tercera de las especies existentes en nuestra ciudad: la washingtonia.
La actuación se desarrollará hasta finales de este mes de marzo y prevé desmochar la totalidad de palmeras ubicadas en terreno de titularidad de la Ciudad Autónoma. Obimasa dispone de un censo con el número total de ejemplares que se actualiza con una periodicidad de dos años. En la actualidad se contabilizan 3.100 palmeras, de las cuales 1.300 pertenecen a la especie washingtonia; 1.270 a la canaria y 500 a la datilera.
Además a cada una de estas palmeras se le ha asignado un número que responde a unas coordinadas que permite la geolocalización del ejemplar.
De momento, la poda se ha llevado a cabo en la práctica totalidad de la zona centro y, a partir del próximo lunes, se acometerá en la calle Independencia, aunque en esta ocasión mediante el sistema de una canasta elevadora para facilitar el acceso a la washingtonia, especie que se ubica en esta calle y que presenta más dificultades a la hora de escalar con el método de la ‘bicicleta’.
En estas labores también colaboran operarios de las brigadas del Plan de Empleo que se encargan de la recogida de los restos que, posteriormente, son trasladados a una zona de quema controlada.