Los ex trabajadores de la empresa Ceutahelicópters, que dejó de operar en la línea comercial entre Ceuta y la península el pasado mes de agosto, y a los que se les adeuda unos 200.000 euros de las tres últimas mensualidades, están convencidos de que la filial de la compañía aérea catalana “nunca tuvo interés” por trabajar en Ceuta. Asi lo ha explicado el portavoz de la plantilla, Francisco Javier Pérez Piñeiro en una entrevista a La Mañana de COPE Ceuta, que atribuye el hecho de que Ceutahelicopters se marchara a “trifulcas” entre los tres socios que componen la compañía matriz en Barcelona. De hecho, el representante de los trabajadores, 15 en total entre Ceuta, málaga y Algeciras, asegura que siempre les “extrañó” que la compañía mantuviera toda su infraestructura aunque no estuviera operativa durante muchos meses argumentando la falta de autorizaciones de AESA para poder operar en horario nocturno o con los rotores en marcha. “Por el hecho de que nos mantuviera en plantilla y que cobráramos, a excepción de los tres últimos meses, confiábamos en que la empresa quería regresar y quería seguir trabajando en Ceuta”, explicaba en los micrófonos de COPE Ceuta, donde además recordó que, cuando a finales de julio de 2014 se suspendieron los vuelos “el índice de ocupación era del 75 y 80%, es decir bastante aceptable”.
“Con posterioridad y una vez que demandamos a la empresa por lo que nos debía nos hemos dado cuenta de que había demandas y querellas cruzadas entre los socios que formaban la compañía matriz de Barcelona y que eso justificó en cierta manera que no se desmontara la estructura en Ceuta”, argumenta, “porque había que demostrarle al socio con el que los otros estaban de pleitos que la empresa estaba bien gestionada”.
“Con el paso de los meses hemos entendido que la de Ceuta era una compañía ‘pantalla’ creada para ocultar una serie de cosas y hacer lo que les ha dado la gana”, explica este piloto, que hizo las veces de ‘cara visible’ de Ceutahelicopters mientras estuvo operativa “y solo tengo palabras de disculpas para los ceutíes porque los trabajadores dimos la cara por la empresa. Fui el primero que cuando vi cosas raras y vi que la compañía no estaba siendo del todo clara dije que no quería continuar”.
La compañía no compareció en los primeros juicios La plantilla de Ceutahelicopters volverá a los juzgados, tanto en Ceuta como en Málaga en febrero después de que el primer juicio, que se iba a celebrar en la ciudad, fuera suspendido por incomparecencia del abogado de la empresa alegando motivos de salud, algo que también hizo cuando se iba a celebrar la vista en Málaga para el personal de tierra. La nueva vista se ha fijado para el 5 de febrero en Ceuta y el 15 de febrero en Málaga. Los trabajadores dejaron de percibir los tres últimos salarios así como el finiquito después de que la empresa pretendiera traspasar el negocio a otra compañía
“Fuimos a Camerún pensando que era para impulsar la línea de Ceuta” A mediados del pasado año, en uno de los periodos en los que Ceutahelicopters no estaba operativo alegando la falta de permisos del Ministerio de Fomento la compañía decidió operar vuelos en Camerún, una decisión muy polémica en Ceuta cuando se conoció varios meses después, cuando se anunció la vuelta de los vuelos entre Ceuta Málaga y Algeciras complicada por la prohibición de salida de Camerún del aparato que debía realizar los vuelos en Ceuta.
“Nos mantuvieron al personal de vuelo y tierra operativo durante un año, y pensábamos que ese trabajo en Camerún para hacer rentable el negocio en Ceuta, porque en el país africano se ganó mucho dinero y estábamos convencidos de que se había hecho solo por darle un empujón en la línea de Ceuta, que luego nos dimos cuenta de que no era esa la intención ni nucho menos”.
“La plantilla hemos capeado el temporal como hemos podido, y ahora estamos todos a una luchando para que simplemente se nos pague todo lo que se nos debe y de todo el entramado empresarial que han montado son ellos los que tienen que responder”, argumenta para reiterar que la empresa no era deficitaria, que la cuenta de explotación “daba dinero y era un negocio”, por lo que siguen los trabajadores sin entender “por qué fracasó”.