Aunque se la esperaban, la convocatoria de huelga general promovida por CCOO y UGT para el próximo 29 de marzo no ha dejado de disgustar a la patronal ceutí. El presidente de la Confederación de Empresarios (CECE) local, Rafael Montero Ávalos, reiteró ayer en declaraciones a este periódico que “no es el momento” de seguir escalando en la confrontación social.
“El hecho de que todos diésemos por seguro que los sindicatos acabarían utilizando este instrumento para mostrar su rechazo a la reforma laboral no hace que deje de parecernos inoportuno, en la actual coyuntura económica, una convocatoria de esta naturaleza contra unas medidas que había que tomar”, reflexionó Montero.
A juicio del presidente de la CECE la reforma aprobada por el Consejo de Ministros que ya ha convalidado el Congreso tiene una virtud: “La norma no ha dejado contento a nadie y yo opino que eso es un aval que demuestra que tampoco es la que queríamos los empresarios, aunque coincida más con nuestros postulados que con los de los sindicatos porque entendemos que va por el camino correcto para la recuperación económica y la creación de empleo”, apuntó.
En un país y una ciudad que baten cada mes records de paro, Montero auguró que el seguimiento de la convocatoria presumiblemente será mayor que el 29-S de 2010 (55%, según las centrales convocantes), aunque deseó que no genere conflictividad en la calle y los centros de trabajo. “Los sindicatos han planteado un pulso al Gobierno para medir sus apoyos que esperamos se resuelva con civismo”, apuntó.