Casi tres meses después de que saltara a primer plano informativo la detención de varias personas presuntamente relacionadas con una importante red de narcotráfico, la jueza titular del juzgado de instrucción número 1 ha dictado el levantamiento del secreto de sumario que pesaba sobre la causa. Es así como se han podido conocer algunos de los datos más importantes de un operativo que, de momento, ha dado para nueve tomos y decenas de diligencias, oficios, escuchas y seguimientos a los que ha podido tener acceso ‘El Faro’. Del secretismo policial con el que se rodeó el caso se ha pasado al conocimiento más claro de qué hubo detrás de la cascada de detenciones llevadas a cabo entre Ceuta y Algeciras en noviembre del pasado año que se saldó con la práctica de varios arrestos, entre ellos el de Tafa Sodia, a quien en plena testifical del ‘caso Kimbi’, allá por 2006, la UDYCO no había dudado en señalar como uno de los posibles líderes de una organización delictivo de relevancia en la ciudad. Lo señaló, eso sí, sin pruebas de peso, apoyando aquellas acusaciones del por aquel entonces jefazo policial, Jose Luis Peire, en el conocimiento ciudadano de calle, lo que llevó al reseñado a reconocerse, a modo de defensa rebelde, como víctima de una ojeriza policial. Y por qué no, hasta política. Ahora quien le ha detenido es otra UDYCO, con otros jefazos policiales, pero que persigue el mismo nexo común: relacionarle con actividades delictivas. Levantado el secreto de sumario, se sabe que de este caso se desprende la idea policial de que Tafa Sodia podría haber estado relacionado con operaciones de tráfico de drogas más allá del Estrecho. En varios seguimientos fotográficos y pinchazos telefónicos aparece su rostro y su voz, pero con una salvedad importante, nunca llega a ‘tocar la droga’. El golpe policial por el que en noviembre pasado fue detenido Tafa tiene su origen en una investigación iniciada por la UDYCO de Ceuta en mayo de 2011. Esta vez los jefazos policiales se asegurarían de no incurrir en los errores que llevaron a escándalos mediáticos como el de la famosa ‘operación Transpor’, por la que varios acusados de narcotráfico quedaron absueltos debido a una investigación policial centrada únicamente en escuchas viciadas. La teoría judicial del árbol de los frutos envenenados dejó a la Policía sin presos y con toneladas de hachís intervenidas, mientras los presuntos ‘malos’ terminaban, incluso, amenazando con denunciar a los autores de su detención y pedir daños y perjuicios al Estado por el tiempo permanecido en prisión. El Tribunal Supremo tiraba de las orejas a la Policía que debía buscar otras fórmulas para hallar pruebas. El 3 de mayo comenzarían las investigaciones con los avales judiciales oportunos para desarrollar unas escuchas a presuntos narcos. La alerta había surgido tras otra investigación previa judicializada en el número 6. Las diligencias se desgajan y se comienza así con una investigación paralela para conocer quiénes estaban detrás de los movimientos de tráfico de hachís a gran escala entre Marruecos, Ceuta, Sanlúcar y Portugal. Las connotaciones internacionales son claras. En tierras lusas, tan sólo 20 días después de iniciarse la investigación, se daría el primero de los golpes. En la playa ‘Vale Figueiras’ la guardia portuguesa interceptaba el 24 de mayo una lancha cargada con 3.000 kilos de hachís, procediéndose a la detención de un vecino de Sanlúcar que había ejercido de gomero. Los agentes portugueses decomisaron además dos vehículos todoterreno, la lancha y los tres motores fuera borda. Esta embarcación es relacionada por la Policía con la red que se está investigando, en la que figura no sólo Tafa Sodia, sino también el considerado por la Policía como posible cabecilla de toda esta trama, el ceutí Y.M.D., que actualmente se encuentra en busca y captura. Una cascada de intervenciones telefónicas previas les había llevado hasta este punto. La UDYCO de Ceuta llega a fotografiar y/o grabar a Y.M.D., a Tafa Sodia y a los famosos hermanos Iván y David Odero en los días previos a este desembarco. Los supuestos preparativos quedan grabados en las escuchas, también las órdenes y los movimientos que les ayudan a visualizar el papel jerárquico de cada uno. O al menos a presumirlo. Los jefazos de la unidad de estupefacientes de Ceuta realizan continuos viajes a la península para acelerar la obtención de pruebas. Se captan escuchas en las que se alude a los preparativos para botar la droga y se van aportando nuevas pruebas ante el juzgado número 1 para que siga engordando la causa y avalando más intervenciones. La lancha intervenida en Portugal había partido de los embarcaderos de Guadacorte, para trasladarla a Marruecos, cargarla de hachís y emprender rumbo a Portugal. Aparece aquí una de las investigaciones que la Policía presenta ante la justicia para intentar imputar a los detenidos un posible delito de narcotráfico. Pero con un matiz al que se aferran las defensas, la embarcación parte vacía de las costas peninsulares y luego es hallada cargada ya en Portugal. Hay que buscar la vinculación entre ambos hechos. En junio de ese mismo año llegaría el segundo de los grandes golpes con la intervención de otra lancha cargada con 3.600 kilos de hachís en Trebujena, Cádiz. Se procede a la práctica de varios registros en Sanlúcar coordinados por UDYCO de Ceuta y la Guardia Civil de Cádiz, cuya labor cooperadora ha sido ensalzada abiertamente por el jefe superior, Jose Luis Torres, en más de una ocasión. En este operativo cae el sevillano Ezequiel D.M. y se aceleran las presiones sobre Odero, quien consigue escapar del lugar hasta que en octubre es detenido gracias a una información aportada por policías ceutíes. La Guardia Civil es la que se encarga de poner fin a la peligrosa huida del capo de la droga, un joven considerado en tierras gaditanas como el rey de las planeadoras y que con sólo 30 años de edad acumula ya una fortuna estimada en miles de millones. El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Cádiz se vuelca en la detención de los hermanos. Las investigaciones policiales dejan un esqueleto básico hasta este momento, con el ceutí Y.M.D., en busca y captura, acusado de presunto cabecilla de una organización de tráfico de drogas y Tafa Sodia como protagonista de varias escuchas, con apariciones en escenarios pero sin que intervenga activamente en los pases de estupefacientes abortados tanto en Portugal como en la península. La Policía acumula indicios y acuerda, un mes después, en noviembre, proceder a la entrada y registro en cuatro viviendas: tres en Ceuta, de presuntos colaboradores de esta trama, y una en Algeciras, en la lujosa urbanización ‘Jardines del Golf’ en donde reside Tafa. Allí, según consta en los documentos policiales que obran en la causa, la Policía encuentra una pistola, cuya posesión se le ha imputado directamente a Sodia, al que se le relaciona ya con un presunto delito de tenencia ilícita de armas. Un día después, en el jardín del vecino que reside justo a su lado, se encuentra una bolsa que contiene munición y otra segunda pistola que también la Policía atribuye a Tafa Sodia. En Ceuta se detiene a los llamados A.E., que presuntamente ejercía de lanchero para la organización y que tenía vinculaciones profesionales marítimas; I.M. y M.A.M. que son los únicos que se encuentran en libertad con cargos y previo abono de una fianza de 3.000 euros. Todos los detenidos permanecen en prisión en España, a excepción del español detenido en Portugal, que sigue en una prisión de Aljezur. Con el levantamiento del secreto de sumario se ha accedido al grueso importante de esta trama que contaba, además, con el apoyo de personas que están imputadas pero no detenidas y que prestaban su apoyo. Es el caso de los enlaces para la descarga del hachís o de un guardia civil que presuntamente habría facilitado informaciones.
Pistolas, algo de dinero y la prensa del día
En los registros policiales llevados a cabo en la residencia de Tafa Sodia en Algeciras se encontró una pistola (y otra en el jardín de la vivienda de al lado a donde se había arrojado), algo de dinero y ejemplares de la prensa ceutí. Concretamente las ediciones de ‘El Faro’ de los días 26 y 27 de julio, que son las que se corresponden con el asesinato de Karim Mohamed, el que fuera miembro de las brigadas cívicas que fue tiroteado en la barriada del Príncipe. El fallecido vivía justo al lado de la vivienda familiar de Tafa y era amigo de toda la vida del ahora preso. Los ejemplares en los que se narraba su entierro y las crónicas de las concentraciones posteriores ante la Delegación del Gobierno se encontraron también como resultado del operativo policial practicado a primera hora de la mañana y por sorpresa.
Las claves
1. Origen Comienza la investigación en mayo del pasado año cuando en el transcurso de la investigación de un caso aparece una persona en unas escuchas que podría estar dedicándose a labores de narcotráfico. Se abre una investigación por separado. 2. El cabecilla Se investiga a un ceutí que todavía no ha sido detenido pero sí identificado que, se presume, puede estar relacionado con el pase de drogas. Se trata de Y.M.D., de sus pinchazos se derivan más protagonistas.
3. Operaciones Se interviene una lancha en Portugal con 3 toneladas de hachís que está señalada como que ha partido de la península y cargado en Marruecos. Poco después se intercepta otra semirrígida con 3.600 kilos de hachís. Se relacionan ambos casos. 4. Arrestos Se producen en cascada. En octubre caen los hermanos Odero presuntamente vinculados con el pase de drogas en Sanlúcar. En Ceuta se detiene a 3 y en Algeciras a Tafa Sodia al que se le encuentran armas.
¿Se está ante dos procedimientos o uno solo?
C.E./ ceuta Conocidas las bases de la intervención, con varios detenidos, un presunto cabecilla de la trama en busca y captura y dos semirrígidas cargadas de droga interceptadas, queda en el aire una polémica: ¿debe haber dos procedimientos distintos por delitos de narcotráfico? La jueza ha estimado que sí y de hecho así se han incoado ya: uno por la lancha intervenida en Portugal con tres toneladas de droga y que se intenta imputar por la Acusación a los detenidos de una u otra manera; y otro por la lancha aprehendida en Cádiz con 3.600 kilos que se relaciona, a su vez, con varios -no con todos- de esos mismos detenidos. ¿Qué sucede al incoarse dos procedimientos diferentes? Que hay dos acusaciones de narcotráfico distintas y por tanto en el caso de que un detenido sea común a las dos causas sería acusado de dos delitos distintos, es decir, caería sobre sus espaldas una doble pena. La respuesta no se ha hecho esperar y al menos una de las defensas ha presentado recurso defendiendo que la causa sea única y que todos los detenidos y las dos semirrígidas aprehendidas se engloben en la misma operación al partir de escuchas y seguimientos que forman parte de la misma trama. Esta tesis mantiene que existe un único delito con el que pueden o no relacionarse la ristra de detenidos que se ha conseguido. Mientras que se aclara judicialmente este extremo y se debate si se estima o no el recurso presentado prosiguen las actuaciones judiciales al respecto. El caso, policialmente hablando, se va cerrando a falta de los últimos flecos sin que el que fuera delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, haya podido dar la rueda de prensa que, dicen quienes fueron sus colegas, estaba esperando ofrecer tras meses de esperar los resultados publicados.archivo La intervención, enmarcada en un periodo de otras actuaciones.