El concepto de la obra consiste en trasladar los residuos al nuevo vertedero que, durante casi un año, se ha construido en la vaguada de Valdeaguas hasta alcanzar la cota de los años 70. Posteriormente se trata de crear sobre la antigua zona de basuras un nuevo parque urbano de 66.000 metros cuadrados.
El primer paso en este proyecto ha sido la creación del nuevo vertedero, ajustado a las normativas medioambientales actuales, y que daba comienzo con la limpieza de vegetación de la zona, concretamente eucaliptos (especie de escaso valor ecológico al provocar la desertización del terreno), y que serán utilizados como compos para la reforestación.
En una segunda fase, ya de lleno en la habilitación del barranco de las Cuevas se procedía a su impermeabilización. Para ello se han realizado excavaciones en el barranco para lograr una explanada en su fondo de al menos 25 metros de anchura mínima.
En el proyecto se contempla, además, la creación de una balsa de lixiviados para filtrar los líquidos sobrantes de la descomposición de los residuos. En un futuro, este elemento se conectará con la futura Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, cuya tarea será la de tratar y gestionar estos restos. No obstante, y mientras se lleva a cabo esta conexión, la balsa tendrá la capacidad suficiente para albergar los líquidos. Además, en el fondo del vertedero se ha colocado una balsa para la recogida de las precipitaciones.
Una vez acondicionado el nuevo vertedero, ayer se iniciaban las tareas de traslado de las ingentes cantidades de residuos que se han acumulado a lo largo de los años. Una vez transportados, los residuos se extenderán y compactarán en la nueva parcela.
El basurero de las faldas del monte Hacho comienza su historia en 1930. Desde entonces se tiene constancia del uso de la explanada de Santa Catalina como lugar de vertidos de residuos. En los últimos 30 años se produjo un rápido crecimiento del volumen del vertedero y, ante la cercanía del mar y el riesgo de vertidos, se decide acometer un dique de contención entre 1994 y 1995. Fue en el año 2003 cuando se produce la clausura del vertedero, pero ya se habían rebasado los límites de seguridad técnicamente aconsejables, con algunos derrumbes por el régimen de corrientes que alcanzaron el mar. De ahí la importancia de la recuperación ambiental en la zona a la que se suma el valor patrimonial de la zona reflejado en la Batería de Santa Catalina.
Zona verde en sustitución de basuras
Una vez el vertedero de Santa Catalina recupere su cuota, su imagen será diametralmente opuesta a la que ha ofrecido en los últimos años. Donde ahora se acumulan basuras, se ubicará un nuevo parque urbano con amplias zonas verdes y en el que se distribuyen varias plataformas circulares que coronarán la zona con la particularidad de que posibilitarán el acceso a la playa de Santa Catalina.
La actuación en la zona también incluye la recuperación de los acantilados; reubicación de un pudridero de cetáceos e incluso la construcción de un centro de interpretación medioambiental. Precisamente, la zona está declarada LIC o Lugar de Importancia Comunitaria, y es considerada como un espacio protegido por la Red Natura 2000.
El Proyecto:
Habilitación
Hace un año dio comienzo la habilitación del Barranco de las Cuevas que ha sido impermeabilizado y en el que se ha ubicado una balsa para la recogida de los lixiviados derivados de la descomposición de la basura.
Traslado
Se realizará a medida que avance la retirada del sellado que se llevó a cabo hace diez años. Se prevé la retirara de 500.000 metros cúbicos de residuos los que se trasladan al nuevo vertedero.
Recuperación
La obra no sólo afecta a la recuperación ambiental, sino también a la puesta en valor del patrimonio de la zona, como es el caso de la Batería de Santa Catalina. Posteriormente, en una segunda fase, se habilitará un parque abierto al mar con varias plataformas circulares.