Por primera vez se recoge que los niños con problemas con el castellano tendrán que ser atendidos con una metodología específica que trate el español como una segunda lengua. Aproximadamente el 75 por ciento del alumnado que inicia sus estudios de Secundaria en Ceuta es arabófono, es decir, que apenas utiliza el español como lengua en su círculo familiar o de amistades. Esta cifra va decreciendo a medida que avanzan los cursos y en el Bachillerato se estima que la cifra se mueve entre el 15 y 20 por ciento. Estos alumnos suelen presentar problemas de lectoescritura, comprensión y expresión. Aspectos como el mencionado, entre muchos otros, son abordados por la orden EDU/849/2010 que regula la ordenación de la educación del alumnado con necesidad de apoyo educativo; una norma específica para Ceuta y Melilla que empezará a aplicarse en el curso que comenzará en breve.
Los más importante de esta orden es que por primera vez se recoge que los niños con problemas con el español tendrán que ser atendidos con una metodología específica que trate el castellano como una segunda lengua. La orden se basa en el principio de “inclusión educativa” y en la “educación inclusiva”, es decir, en una educación para todos, entre todos, sin exclusiones y siempre tomando medidas que han de ser revisadas periódicamente para conocer su efectividad. La inclusividad entiende la diversidad como algo enriquecedor, no como elemento estigmatizador, y pretende que todos los niños y niñas reciban una educación de calidad. Por otro lado, desaparecerá la educación compensatoria porque a todos los niños se les ofrece la educación que necesitan según sus características. En el caso de la lengua esto es especialmente importante puesto que los niños que tienen una lengua materna diferente al castellano no poseen ningún déficit que compensar, simplemente no dominan la lengua de instrucción. Otro término importante que incluye esta norma es el de la “equidad educativa”, que significa que se le dará a cada alumno lo que necesita en términos educativos. Además se establece que el alumnado con necesidad de apoyo educativo será atendido, con carácter general, en su grupo de referencia, junto con el resto del compañeros. Respecto a los niños con carencias en el uso de la lengua castellana, la orden establece que “la atención se prolongará durante el periodo de tiempo que sea necesario y se realizará de acuerdo con la metodología propia del aprendizaje y la enseñanza de una segunda lengua”, es decir, que se fomentará el uso del lenguaje oral; se realizará un adecuado tratamiento de los errores cometidos por los alumnos; se tendrán en cuenta las directrices del Consejo de Europa; y se trabajará en el aula utilizando un enfoque metodológico basado en tareas comunicativas para que el alumno sepa hacer cosas con el castellano.