La nube de tierra que ensombrece Europa

Científicos esperan que los materiales se dispersen antes de que produzcan cambios en la meteorología.

El impronunciable volcán islandés Eyjafjällajokull está poniendo en jaque las comunicaciones europeas. Ayer sólo el 30 por ciento de los vuelos del continente salieron con normalidad, hoy ante el ritmo menor de emisiones de ceniza que confirmó la agencia meteorológica islandesa, se ha decidido suavizar las restricciones pero aún no se alcanzará el 50 por ciento de los vuelos previstos. El hecho no es banal o una molestia para los sufridos pasajeros de avión. Algunos expertos hablan ya de dificultades para la recuperación económica. Calculan que si la situación continua las pérdidas generadas en el sector del transporte y turismo, la nube volcánica por día merendarse las previsiones del crecimiento europeo para este año. Como daño directo, algunas poblaciones cercanas de Islandia se han visto afectadas por las inundaciones provocadas por el deshielo de los glaciales formados cerca del volcán. 

   ¿Cómo se ha producido un fenómeno que eleva el magma incandescente hasta ocho o diez kilómetros en la atmósfera? De una manera parecida al champán cuando sale en estampida de una botella, explica un geólogo local. Al igual que la bebida francesa o la coca cola, el magma contiene gases disueltos que forman burbujas debido a la presión de otros materiales. Cuando el magma llega a la superficie, esta presión se libera y se forman las burbujas de gases características de las explosiones volcánicas.

    Durante esta liberación del gas, los materiales se estiran y se forman pequeños cristalitos, probablemente de basalto al ser el Eyjafjällajokull un volcán formado en la dorsal atlántica. Una vez que alcanzan los límites de la troposfera, las partículas pueden permanecer más tiempo en altura. 

“Islandia tectónica y volcánicamente es muy activo al estar situado en un punto caliente y en el área de formación de la corteza oceánica en las dorsales”- explica el geólogo Manuel Abad De los Santos- “ y este tipo de actividad es típica de los volcanes que están en su período de formación, ya tuvo un antecedente próximo en el año 97”.

Pero, señala otro experto, la nube volcánica no deja de tener su singularidad científica. Erupciones como ésta, se han producido en los 70 en Santa Elena o la de Krakatoa en 1883, una explosión que eliminó del mapa una isla y que creó una nueva al poco tiempo. Este carácter explosivo es más característicos de los volcanes hawaianos que los formados en las dorsales atlánticas como el cono islandés. “Es cierto que estos volcanes generan coladas de baja energía. Pero en este caso se ha producido una mezcla con el agua del deshielo de los glaciares. El magma cuando se mezcla con agua alcanza una gran explosividad”. De ahí que la formación de la nube volcánica presente tonos blancos, debido a la cantidad de vapor de agua que contiene.

 El daño que ha producido el fenómeno en Europa también se ha debido a la coincidencia con unas determinadas condiciones meteorológicas: “El problema es que los vientos aliseos han arrastrado la nube de material hacia el norte de Europa. Si no hubiera sido así probablemente la erupción hubiera pasado desapercibida”.

Invierno en verano

Algunos expertos han hablado ya de una atenuación de las temperaturas del próximo verano debido a la nube de volcánica. El efecto sería creado por los cristales en suspensión formados durante la erupción y que podrían permanecer en los límites de la troposfera. Estos materiales impedirían el paso de la luz solar originando un descenso de las temperaturas durante el verano. Algo improbable para Abad De los Santos, especializado en el cambio climático, debido a las dimensiones de la emisión: “La nube se va a dispersar rápido y no va a provocar un descenso de las temperaturas”. 

Inaer no prevé la cancelación de vuelos a Málaga 

El delegado de la empresa Inaer para la línea de helicóptero entre Ceuta y Málaga, Ramón Becerra, apuntó que Aena “no tenía ninguna previsión ni había comunicado que los problemas pudieran llegar hasta esta zona”. Por ahora no han recibido ningún aviso ni advertencia a través de control de tráfico “pero no podemos asegurar qué pasará, en el norte ya se han producido algunas cancelaciones”.