Europa ha festejado hoy el ‘Día Mundial del Refugiado’ y Ceuta se ha sumado a esta celebración con el concierto de ‘Onepac & Follows’, un proyecto musical que aúna la música senegalesa con la española, combinando sonidos procedentes del soul, funk o hip hop de la mano de Birane Amar (músico senegalés) y José Gómez (músico español).
“Es algo muy simbólico sobre lo que puede hacer la música, al mezclar estilos que están llevando por todo el mundo”, explica Dorothea Lipper, alemana afincada en nuestra ciudad desde hace un año e integrante de la asociación Elín. El escenario del IES Siete Colinas acogió este concierto en el que la música se convirtió en el vehículo de unión entre personas y culturas y en una herramienta para conocer la dura realidad del refugiado. “Hay muchas personas a las que no se les reconoce el derecho a ser refugiado y a poder estar en un sitio seguro y por eso queremos celebrar este día para los que aún están en el camino y puedan llegar a sentirse seguros y crear una nueva vida”.
“Es un día para recordar a las personas que han sufrido las dificultades del camino”
Bajo la denominación Sound Routes, numerosas ciudades europeas han celebrado este día con conciertos y distintos eventos culturales, una forma de reivindicar los derechos de este colectivo. “Tengan o no el reconocimiento de refugiado, este día es una forma de recordar a todas las personas que han tenido que dejar a sus familias y sufrido las dificultades del camino.
Es una razón muy fuerte para celebrarlo”, comenta Lipper. Los sonidos del soul, el funk y el hip hop flotaron en el auditorio del Siete Colinas lanzando el mensaje de “personas refugiadas que nos transmiten su situación aquí y, aunque sea en otra lengua, el ritmo y los bailes los llevamos dentro y es algo que nos une mucho y nos pone la realidad de esas personas un poco más cerca”. Una forma de conocer otra realidad, la de miles de personas que buscan una vida mejor huyendo de terribles situaciones en sus países de origen y que para muchos es sinónimo de peligro.
“Escuchamos todos los días el término refugiado y hay quien lo ve como algo malo y peligroso, pero hay que verlos como personas que, al igual que nosotros, han tenido una vida y debemos tener pequeños gestos para ayudarles a recuperar algo de la vida que han tenido anteriormente”. Parte de esa vida se desgranó a través de los sonidos que, tanto inmigrantes como miembros de asociaciones y público en general compartieron, demostrando que la unión de culturas es una forma más de enriquecer al ser humano.