La ‘mudanza’ del Tarajal al Hospital será en los primeros días de diciembre

El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria afirma que está cumpliendo los plazos en cuanto al traslado del centro de salud del Tarajal al Hospital Universitario y la subsiguiente obra en este mismo ambulatorio.

El planteamiento de la Administración fue que esta reorganización de la actividad para posibilitar la reforma en la Zona III se desarrollase a lo largo del último trimestre del año y, de acuerdo con el nivel de consecución de los trabajos hasta la fecha, la ‘mudanza’ probablemente se va a realizar en los primeros días de diciembre, según fuentes sanitarias.

Las dos zonas donde los profesionales del Tarajal atenderán a sus pacientes a partir de entonces, en la segunda y tercera planta del centro hospitalario, están prácticamente preparadas, según pudo conocer este periódico. En cuanto a los enseres del centro de salud actual, cada profesional tiene el material y el mobiliario recogido e inventariado para proceder al traslado.

El cambio tendrá lugar, previsiblemente, en un fin de semana para que las consultas en ningún caso se vean afectadas. Una empresa de mudanzas gestionará el desplazamiento del material y se barajan como días escogidos para la operación un viernes y un sábado o un sábado y un domingo si hiciera falta, detalle que se cerrará más adelante.

Una operación de magnitud en la que el director territorial, Jesús Lopera, tiene experiencia puesto que en su anterior etapa como gestor se encargó del trasvase de la actividad del hospital de la Cruz Roja y el ‘José Lafont’ hasta las actuales instalaciones de Loma Colmenar.

Cuando se proceda al traslado, las fuentes sanitarias consultadas tienen entendido que inmediatamente después comenzará la remodelación y ampliación del centro de salud del Tarajal. La confusión que pueda generar a los usuarios la forma de llegar a las consultas de Primaria dentro de un centro sanitario de las dimensiones del Hospital Universitario han quedado solventadas, según Ingesa, con los circuitos de entrada y salida que la institución ha definido.

El acceso al anexo que va a ser centro de salud estará independizado del resto y la puerta de ese ala no permitirá conectar con las plantas contiguas, es decir, al resto del ala de cada planta. En definitiva, Ingesa ha procurado que no haya nexos de unión y que la entrada desde el centro de salud al Hospital sea imposible porque se ha perfilado con esa intención.

La plantilla está ilusionada porque la obra es factible

El personal del centro de salud del Tarajal se siente ilusionado con el futuro porque ve que la remodelación de su lugar de trabajo es factible y los pasos que se están dando en ese sentido son los adecuados, así que los profesionales valoran que la cosa pinta bien no solo para ellos, sino también por las nuevas circunstancias en las que los pacientes recibirán asistencia sanitaria.

El contrato tendrá una duración de 27 meses, según figura en el pliego de condiciones. Un tiempo que se sumará a los años que ya lleva esperando con la obra empezada después de un problema con la anterior adjudicataria de la reforma.

Un espacio con cabida para las hasta 20.000 que pivotan en la Zona III

Hace de seis a ocho meses Ingesa barajó seriamente el Hospital Militar como lugar para albergar el centro del Tarajal aunque finalmente no fue así porque faltó algún acuerdo con el Ministerio de Defensa.

No obstante, había que acometer la obra y pensar en un lugar que tuviese capacidad para dar cabida a una población de entre 18.000 y 20.000 personas que son las que pivotan sobre el centro de salud. También a una plantilla de 50 profesionales aproximadamente que hizo que Ingesa se decantase por la opción del Hospital Universitario de Ceuta.

Ni personal ni usuarios pueden acometer un actividad normal con ruidos de construcción

Las reuniones en las cuales se está planificando el operativo se producen periódicamente y van a intensificarse en fechas próximas puesto que en un breve espacio de tiempo se culminará todo el trabajo realizado. Ingesa, con todos sus profesionales y usuarios, es consciente de que hay que afrontar la obra de la Zona III porque el centro resulta pequeño y ha quedado obsoleto.

También es cierto que su plantilla no puede acometer una actividad normal en base al ruido que generará la construcción de un edificio anexo y, aunque la Administración lo intentó en otros espacios posibles, estos no prosperaron. La adecuación que Ingesa realiza en el Hospital Universitario se está realizando en tres fases. La medida del traslado es temporal hasta que la actividad pueda regresar al renovado ambulatorio del Tarajal.