Miren qué decía ayer esta familia. Que deberían permitir las paelladas en el monte para celebrar la Mochila. Eso lo expresaba ayer María aturullada en una butaca, en García Aldave, haciendo aspavientos. El énfasis le llevaba a levantarse. Cogía un trozo de tortilla. “Pa dentro”. Y se reía. El menú de María: tortilla, empanada, surtido ibérico, carnes, ... y frutos secos, se repetía en cada mesa, en cada familia. En un montón de mesas.
¿Qué tal la comida? La pregunta les caía encima, junto a un sol arisco, a la familia de Manuel Díaz ‘Lolo’. A la de Luis y compañía. A los amigos de Francisco Benítez. Y todos volvían con lo mismo. La gran mayoría. “Queremos hacer paellas en el campo y también pinchitos. Que abran la veda antes para poder hacer barbacoas”. Si se avanzaba hacia Benzú, la reivindicación también sonaba. “Hay gente que incluso se marcha a la playa para poder hacer las parrilladas, somos responsables, y como la Ciudad ha puesto tanta seguridad no pasaría nada. Que nos dejen hacer barbacoas”, relataba convencido un señor con aspecto de buen comer.
Esto era ayer la rebelión de los mochileros. Bueno, en realidad no era para tanto. Los caballas estaban encantados con la fiesta. Con la seguridad. Con el estado del campo. Con que la tradicional fiesta de la Mochila contara cada año con más campistas. Eso de que la tradición no se pierda les inyectaba ayer a todos orgullo patrio. Pero aseguraban que tenían esa espinita. “Es que la fiesta ganaría más, claro que sí”.
¿Otra reivindicación? La familia de Juan y Rosi, los del bar, sólo sonreían para la foto. Luego volvían a lo suyo, a comer. Parecían ingeniosos. “A nosotros nos gusta mucho eso del follaje”. Ea. La carcajada general se abría paso de nuevo entre esta familia, con la rapidez de un torrente. “Pues nosotros no cambiamos nada, nos parece todo estupendo. ¿Queréis algo de comer?”. Tortilla, empanada, coca cola. Asunto zanjado.
Este hombre que se acercaba con el pelo ensortijado quería decir algo también. Quería una foto con su familia. Para el periódico. ¿Algo más? Sí. Que las autoridades incluyan servicios públicos para orinar en el monte cuando se celebre la Mochila. “Porque a mi edad me da vergüenza ponerme en el campo con todo afuera. Entiendo que esto es abono para el campo, pero a mí me da apuro”.
“¿Quiere que le cuenta algo de la Mochila? Pues esto es una fiesta que sólo se hace aquí. Con el Día de los Difuntos, la gente andaba hacia el cementerio y se llevaba frutos secos”. Esta historia ayer, también sonaba constantemente.
Dos jóvenes son trasladados al Hospital tras un choque de bicicletas
El resumen de incidencias en estos días de la Mochila lo hacían ayer desde Cruz Roja. En total, desde que se abriera el dispositivo especial en el monte, el pasado sábado hasta ayer, asistieron a tres personas con heridas, “simples rasguños”; a otras dos por intoxicación etílica; y a dos chicos que tuvieron que ser trasladados al Hospital Universitario de Ceuta tras chocar con sus bicicletas. Concretamente este suceso que se saldó finalmente con los jóvenes dados de alta al presentar leves erosiones, se produjo ayer a primera hora de la tarde. En la explanada del Tiro Pichón, según apuntaban algunos testigos. Las incidencias este año no han sido muchas. Lo aseveraban desde Cruz Roja y también desde Protección Civil. La madrugada del pasado domingo al lunes también tuvieron que hacer frente a un conato de incendio en el Monte Hacho, en las faldas, “en la zona de Casa Lola”, especificaban desde Protección Civil. Finalmente, “gracias a que había llovido y el suelo estaba aún mojado, el fuego no llegó a mayores”, explicaban. La caja de cerillas y el cúter que se encontró junto al foco del fuego apunta a que el incendio pudo ser intencionado. Los bomberos tuvieron que cortar zarzales altos para acceder al lugar. Se alertó a los campistas que estaban por la zona, “por precaución”, informaban.