Mal, muy mal informada está la portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, Fatima Hamed, que ayer en el Pleno argumentaba para votar en contra de distinguir a los hermanos Olivencia con la Medalla de Oro de la Ciudad que uno de ellos, Manuel, había estado imputado en el escándalo de los ERE en Andalucía y que había cobrado 120.000 euros de un ‘fondo buitre’.
Esas afirmaciones se le pueden volver en contra si el aludido, que ha negado rotundamente haber estado implicado alguna vez en una causa penal, decide emprender acciones legales por mancillar su honor. Es necesario que la portavoz del MDyC rectifique y lo haga públicamente. Esas consideraciones fueron puestas de manifiesto en la Asamblea, en un Pleno que se televisa y donde se puso en cuestión la trayectoria y honorabilidad de una persona, que como decía ayer el presidente Vivas, es ejemplo de honradez, integridad, profesionalidad, vocación de servicio al interés general y cariño por Ceuta. Estas meteduras de pata no se le pueden consentir a quien dirige un partido que suele erigirse como el adalid de lo intachable. Pues aquí, en esta ocasión, por mal asesoramiento, por no ‘bucear’ demasiado en internet o lo que es peor, por no contrastar las informaciones, se ha pretendido dejar la imagen de un jurista de reconocido prestigio en España por los suelos. Ha sido una metedura de pata que solo se corrige desdiciéndose y rectificando, pero sobre todo, reconociendo los errores.